Francisco, la imagen del año: "Ver el mar y notar el sol me hizo sentir libre después de dos meses en la UCI"
Hablamos con Francisco España, paciente de COVID-19, a punto de recibir el alta tras cinco meses de hospitalización, dos de ellos en la UCI
Su foto en camilla en el paseo marítimo de Barcelona gracias a un programa terapéutico del Hospital del Mar es una de las imágenes del año según 'The New York Times'
'Ver el mar y notar el sol me hizo sentir libre después de dos meses en la UCI'
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Madrid
Dicen que una imagen vale más que mil palabras, y la de Francisco España simboliza como pocas lo que hemos vivido este año de pandemia, pero con un trasfondo de esperanza y de gratitud. Esperanza porque como él son muchos los pacientes que logran recuperarse, y gratitud por el trabajo y el esfuerzo incansable de tantos profesionales sanitarios que siguen dejándose la piel.
Profesionales como los del Hospital del Mar de Barcelona, cuyo programa terapéutico para humanizar la estancia en la UCI ha dado la vuelta al mundo en forma de fotografía. La captó en septiembre el fotógrafo Emilio Morenatti y The New York Times la ha incluido en su listado de imágenes del año 2020 que estamos a punto de despedir.
El protagonista de la imagen, Francisco España, de 60 años ingresó por Covid-19 en el hospital del Mar de Barcelona el 14 de julio. En septiembre, acompañado por su equipo médico tras una PCR ya negativa, salió por primera vez en camilla al paseo marítimo de Barcelona, dentro de un programa terapéutico para apoyar la recuperación de los enfermos de larga hospitalización.
Hoy hemos hablado con Francisco en La Ventana y nos ha contado que ya no tiene nada que ver con el hombre que aparece en esa fotografía. 'Me siento fenomenal, muy recuperado, aunque todavía estoy en un centro sociosanitario a la espera de que se me curen las úlceras que me quedaron tras tantos días postrado en la cama'.
Francisco ingresó en el hospital con una fatiga como nunca había sentido en la vida. 'Eso no era cansancio, no se puede explicar, dicen que la cara es el espejo del alma y eso es lo que me decía todo el mundo, que qué mala cara tenía. Recuerdo llegar en ambulancia al hospital, me pusieron oxígeno y me dormí. Y después ya no me desperté hasta el mes de septiembre', nos ha contado.
Del día de la fotografía tiene recuerdos vagos pero unas sensaciones muy vivas. 'Recuerdo sentir el aire cálido de la brisa, ver el cielo, ver el mar, tuve una sensación de libertad como no había tenido en mucho tiempo'. Francisco no tiene palabras suficientes para agredecer el trabajo de todos los profesionales y trabajadores del Hospital del Mar. 'Médicos, enfermeros, enfermeras, auxiliares, personal de limpieza, todos han sido fantásticos conmigo. Y también he tenido un apoyo increíble de mis allegados y amigos. Cuando desperté, me habían empapelado una pared con fotografías de todos nosotros. No podría decidir un 'top 5' de personas a las que sentar en mi mesa de Navidad, porque me quedaría muy corto, tendría que ser un 'top 30' ó un 'top 40'.
Lo que Francisco tiene muy claro, después de lo que ha pasado, es que 'bajar la guardia es lo último que podemos hacer. Ni aunque bajen los contagios, ni aunque tengamos vacuna, hay seguir siendo muy cuidadosos y no lanzarnos alegremente a las calles, el coronavirus no es ninguna broma y yo también era de los que pensaba que era invulnerable, que no me iba a pasar'.
Francisco despedirá este 2020 con una sensación 'agridulce'. 'Cuando lo recuerde pensaré que ha sido un año muy jodido pero también el año en el que logré superar la enfermedad. Hoy comentaba con una amiga con la que hacía tiempo que no hablaba que creo que puedo decir que he hecho bien dos cosas: dejar de fumar hacer quince años y pasar el coronavirus'. Si todo va bien, quizá las próximas Navidades ya pueda regresar de nuevo a casa después de seis meses.