Europa, nuestro espejo

Madrid

Muchos países europeos vuelven a endurecer sus restricciones ante el avance la pandemia. Algunos, incluso, adoptan medidas muy parecidas al confinamiento de marzo y lo hacen hasta pasadas las Navidades. El periodo navideño no es una excepción para las restricciones, ellos no han conseguido doblegar todavía la curva de la segunda ola y temen que la Navidad sea la entrada a una tercera.

Aquí en España, doblegamos antes la curva, pero ayer ya se vio un repunte de casos, coincidiendo con la relajación pre-navideña, puente de la Constitución incluido, y con la vacuna en el horizonte lo que ha generado un optimismo que ha hecho que más de uno haya bajado la guardia.

Europa debe ser estos días nuestro espejo y, otra vez, ante la imposibilidad de controlar las medidas/recomendaciones del Gobierno, la responsabilidad recae en cada uno de nosotros.

Así que volvamos a confiar en los ciudadanos porque a los políticos les da no sé qué adoptar decisiones que quizás podrían erosionar su popularidad. Ni en Alemania, ni en Países Bajos ni en el Reino Unido, por poner tres ejemplos les ha temblado el pulso a la hora de anunciar las restricciones navideñas. Algún anuncio se ha hecho incluso, mientras se colaban los sonidos de las protestas en las calles.

Queda poco más de una semana para la Navidad y en el recuento de contagios y fallecidos no están todavía los efectos del puente, veremos. Y veremos también la capacidad de Gobierno y comunidades autónomas para gestionar la llegada de la vacuna. Los planes del Ejecutivo tienen que ser cristalinos para que nadie, desde ningún punto de España, caiga en la tentación de acusar de favoritismos y de mala gestión. Madrid ya empieza a respirar en ese sentido, y esto solo serviría para crispar más el ambiente. La prioridad debe ser la logística, nada sencilla, y dotar a la sanidad pública de capacidad suficiente para el suministro de la vacuna.

Convertir también esto en una nueva batalla política nos va a desgastar todavía más como país, y no sé si nos cabe más desgaste.