Lo importante y lo accesorio

Madrid

En una hora empieza en el Congreso de los Diputados un pleno en el que Pedro Sánchez tiene que dar cuenta del último Consejo Europeo y del balance del estado de alarma, en vigor hasta el mes de mayo. Se escenificarán otra vez las diferencias entre Gobierno y oposición. Oposición que, seguro, sacará a la luz también las diferencias dentro del propio gobierno. Y así, de diferencia en diferencia, de discrepancia en discrepancia, vamos pasando los días mientras se van acumulando las tareas pendientes, tareas que solo se pueden desatascar con el consenso. El lunes se encargó, aquí, Javier Ruiz de enumerarlas, y nos quedamos estupefactos.

Lo importante se va retrasando, le viene al pelo a los políticos esa palabra tan maravillosa que es procrastinar, ir aplazando lo importante para dedicarse a lo accesorio, y entiéndase por accesorio las campañas personales y la preocupación por los efectos electorales de cualquier decisión.

Y entre las decisiones que cuestan tomar están las que se refieren a las restricciones por la pandemia. Hoy que en media Europa entran en vigor las medidas que imposibilitan, de hecho, la celebración de las Navidades, aquí en España, seguimos viendo crecer la curva en este último tramo de la segunda ola, que, si no se cambia de tendencia, puede convertirse ya en la tercera.

Hoy hay Consejo Interterritorial, se hablará de la vacuna, seguro, porque parece que puede llegar antes de lo previsto y esto es una buena noticia, pero lo urgente ahora es volver a frenar la curva. La vacuna ya sabemos que está aquí, que en pocos días se podrá empezar a suministrar. Ya está. Seguir hablando de ella tiene solo ya efectos propagandísticos.

Pero lo que no sabemos, aunque podemos empezar a intuir, es el efecto en los contagios de esta pre-Navidad y de la Navidad. Y si volvemos a lo importante y lo accesorio, frenar la curva es lo importante, y la fórmula está inventada, solo hay que tener determinación para aplicarla.