La "violenta e ilegal" intimidación del Ejército israelí a los palestinos
Un ex soldado israelí de la organización Breaking the Silence nos explica la última estrategia del ejército para intimidar a los palestinos irrumpiendo en sus casas en los territorios ocupados
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“El pasado 21 de septiembre, a las doce de la noche cuando dormía en casa con mi familia entró un grupo de hombres armados. Me di cuenta porque mi mujer me avisó de que mi hijo, que dormía en la primera planta, me estaba llamando. Cuando salí me encontré a una docena de soldados israelíes en mi cocina y mi salón. Me encañonaron, mi familia estaba aterrada. Nos obligaron a quedarnos quietos y callados, nos intimidaban y no podíamos hacer nada para defendernos”.
Eta es la experiencia de un palestino que fue sorprendido una noche en casa cuando dormía junto a su familia. Como la suya, muchas otras familias palestinas sufren la intimidación de soldados israelíes en los territorios ocupados, como ha denunciado un informe de la asociación Breaking The Silence que agrupa a antiguos soldados del Ejército israelí.
Hemos hablado con Nadab (nombre ficticio), uno de los soldados que participaba en estas operaciones.
¿En cuántas casas de palestinos has entrado?
Es una pregunta complicada porque solemos entrar en casas como dos o tres veces cada semana así que es muy difícil saber a cuántas casas hemos entrado. Sí te puedo decir que no recuerdo las caras de los habitantes. Sí puedo recordar cómo son las casas (las puertas, las ventanas) pero no la cara de la gente porque no la vemos. Sólo entramos en las casas una noche y otra y otra...
¿Y cuál es vuestro objetivo cuando entráis en estas casas?
Hay al menos dos opciones de actuación y las he hecho las dos porque yo hice este tipo de operaciones entre 2005 y 2018. Formamos parte de un equipo del ejército israelí que entra en las casas privadas armado a altas horas de la madrugada, saca a la gente de sus camas y los agrupamos en una misma habitación. Registramos las casas mientras les amenazamos con esas armas de fuego.
¿Quién os da la orden? ¿Quién decide si se entra a una casa u otra?
Lo decidimos nosotros mismos, la misma unidad. Hay otras que se dedican a la detención de personas o a investigarlas a través de la inteligencia israelí, pero nosotros tomamos fotos de un barrio y luego decidimos a qué casa entramos. No hay ningún criterio fijo. Las elige el equipo formado por 19 soldados.
¿Es una forma de intimidación?
Lo es. Hay otro tipo de operación que entra en las casas, levanta a la gente de la cama y trata de recabar toda la información posible sobre esa familia, sobre los hombres de las familias a los que se les reclama todo tipo de documentación y después se registra toda la casa en busca de armas y cosas así. Después se toman fotografías de todos los miembros de la familia y después siguen con otras casas... Después vuelven al cuartel y estudian todas esas fotografías bajo la supervisión del comandante.
Pero nuestra misión es que los palestinos sepan que podemos estar en cualquier lugar y en cualquier momento, para intimidarlos...
Y normalmente hay niños, me cuentas...
Por supuesto. Entramos en las casas de Jenin, Nablus o Ramala que podría ser cualquiera de nuestros hogares y claro que hay niños. Para nosotros es un problema porque chillan, lloran, hacen mucho ruido y nos podrían descubrir en el vecindario. Es por eso que los sacamos a todos de la cama y los agrupamos en una sola habitación. Para que no nos molesten.
Y lo que sienten es impotencia. Yo ahora soy padre de dos niños y no me puedo imaginar la impotencia que tendría si 12 soldados armados entran en mi casa y no puedo proteger a mis hijos. Sólo puedes hacer lo que te ordenan los soldados. Yo ahora, como civil y padre me doy cuenta de lo violentas que eran esas operaciones. Y también ilegales...
¿Y qué sentías tú cuando entrabas en casa de una familia palestina?
Cuando iba a las casas de los palestinos recuerdo que había mucha tensión porque caminas por barrios desconocidos y sientes que cualquiera te puede disparar en cualquier momento. Es una situación violenta... Pero cuando estás dentro de las casas esa tensión no termina. Sigue siendo una situación violenta para cualquier soldado profesional porque hay veces que intentan defenderse.
En realidad, después de terminar el servicio militar, me llevó dos años asumirlo y poder hablar de esto, romper el silencio. Es algo que intentas superar por tu familia y tus hijos...
¿Y por qué lo quieres hacer público ahora teniendo en cuenta el secretismo del ejército israelí?
Pues en primer lugar porque yo lo hice. Yo formé parte de ello y necesito hablar de lo que pasó. Las operaciones del ejército israelí y su forma de actuar en los territorios ocupados son conocidas pero este tipo de acciones, las de entrar en casa de los palestinos de madrugada, no se conoce. La gente no sabe lo que el ejército está haciendo en su nombre. Y todos los soldados deberían contarlo porque deberíamos aspirar a un Israel democrático y pacífico. Por mis hijos, por mis sobrinos... para toda la sociedad. Para mí no hay otra opción
¿Cual crees que puede ser la solución para resolver la violencia en la zona?
Se habla de muchas opciones... la creación de dos estados en la zona separados. Un sólo estado viviendo pacíficamente. Lo que para mí está claro es que habría que terminar con la ocupación. Retirar al ejército y que se quedara dentro de las fronteras legales del estado israelí. Terminar con la ocupación, en definitiva.