¿Deben salir los mayores de las residencias por Navidad?
La llegada de una posible tercera ola genera cierto debate entre los expertos del sector a la hora de equilibrar la protección de la salud y el derecho a disfrutar de las fiestas navideñas
¿Deben salir los mayores de las residencias por Navidad?
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Madrid
Con 91 años, Benita cuenta los días para pasar estas fiestas con los suyos y especialmente con su nieto, el único que tiene. “Estaré feliz porque veré a las personas que quiero. Yo quiero a mis hijas y a mi nieto un poquitín -más-…’’, explica entre carcajadas. Estos nueve meses de pandemia le han cambiado casi por completo ya que el virus no entiende de cercanía ni de intimidad: nada de abrazos y besos, conversaciones a voces con sus familiares en una sala con otras cuatro visitas más, y días enteros observando la calle y los rayos del sol tras el cristal de su ventana. El fallecimiento de su marido como posible Covid en marzo tampoco le ayudó a levantar cabeza y solo el pilar de libros de su habitación le salvó en los momentos de mayor soledad. Una vez que dio positivo en anticuerpos (IgG+) y se le permitió a dar paseos al parque con su familia dos veces en semana, comenzó a volver a ver la vida de otra forma. Benita empezó a mostrar la fortaleza y alegría que tanto le caracteriza, según su familia.
Ahora, las salidas de los mayores se han convertido en uno de los grandes retos a los que se enfrentan los centros de mayores y los gobiernos autonómicos precisamente por esto: cómo encontrar un punto de equilibrio entre la protección de la salud del residente y la reducción en el deterioro físico y cognitivo del anciano que provoca el aislamiento. Comunidades autónomas como Madrid, Andalucía, Aragón, Extremadura, Galicia, Cataluña y Cantabria han empezado a detallar planes específicos para las salidas de los residentes durante este periodo navideño. Aunque de momento sin un criterio único, salvo las recomendaciones de Sanidad: visitas en un solo domicilio, pruebas diagnósticas al salir y entrar a la residencia y la vigilancia tras su vuelta. Después, según la comunidad, se puede pedir como requisito las salidas de mínimo un día o la firma de una declaración responsable por parte de la familia.
Los mayores representan uno de los colectivos más castigados durante la pandemia. Hasta ahora han fallecido cerca de 28.000 mayores a causa del virus y continúan estando en alto riesgo a solo cinco días de la Navidad. Tras cuatro semanas consecutivas de descensos, la mortalidad ha vuelto a repuntar especialmente en las residencias. Es más, en los últimos siete días ha aumentado casi un 15% y desde el pasado viernes han muerto 460 mayores, según los datos recopilados por la SER a través de su red de emisoras. Por ello, los expertos del sector advierten de la importancia de tomar más medidas de contención y reinventar las navidades este año con la vista puesta en la vacunación. Esta empezará el 27 de diciembre en España y tendrá como uno de los objetivo prioritarios cubrir las más de 5.400 residencias de mayores con cerca de 373.000 plazas.
"El problema no es salir de la residencia, sino volver a entrar"
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología manifiesta la importancia de aprovechar las navidades para evitar un deterioro en la salud mental y físico de los pacientes. “Estamos viendo un incremento importante de síntomas geriátricos como la desnutrición, caídas, ansiedad o depresión, así como una descompensación mayor de sus enfermedades crónicas como la diabetes”.
Aunque estas salidas se deberían de hacer con un plan específico que sea aplicable a todas las Comunidades Autónomas, según explica José Augusto García, presidente de la entidad, porque de no ser así “puede generar confusión, descontento e incluso que algunas personas adopten medidas de una forma temeraria’’. Aunque reconoce las dificultades para llegar a un consenso a causa de la falta de “evidencias científicas” que recomienden hacerlo de una forma u otra.
En cualquier caso, García pone el foco en el reingreso de los mayores en las residencias donde un alto porcentaje de personas asintomáticas pueden aumentar el riesgo de brote en el centro. Destaca la relevancia de poseer una prueba negativa y llevar a cabo un periodo de cuarentena que algunas comunidades autónomas ya están fijando en siete días. Pero recomienda mantener la precaución aún teniendo anticuerpos (IgG) ya que no anula del todo el riesgo, “ni descarta que la persona pueda ser transmisora asintomática de la enfermedad”. Por lo que no recomienda tomar la decisión de entradas y salidas en base a este criterio, mientras que si señala que las pruebas PCR son “las más sensibles y efectivas”.
Más visitas y de más duración: "Es lo que sería sentido común"
Frente a la idea de que los mayores pasen las navidades en familia, la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencias ponen el foco en las visitas en los centros. Jesús Sastre, de la asociación, explica que es “una contradicción” permitir este tipo de salidas donde el residente puede aumentar el contacto social con sus familiares y mientras las visitas en las residencias sean de dos semanales y de máximo una hora en muchos de los casos.
“No tiene ningún sentido, ni desde el punto de vista emocional, ni desde el punto de vista epidemiológico”, afirma. Por ello exigen que se aumente el número de visitas semanales y la duración de estas “tanto en residentes válidos como a residentes con deterioro cognitivo moderado severo con los mismos criterios que se establecen para el nuevo régimen de salida de los residentes”. Y añade que “es lo que sería justo y de sentido común”
En cuanto a las pruebas de anticuerpos que, en muchos casos como en Madrid, son el pase para salir de las residencias estas navidades, Sastre advierte del riesgo que suponen. Aunque su efectividad es de seis meses, explica que muchas de estas pruebas se hicieron en mayo y “convendría hacer una nueva tanda de pruebas serológicas”, de tal manera que “se pueda ver si las salidas tienen más o menos garantías”.
A las puertas de la vacuna, un año sin navidades en familia
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarios (CCAES), Fernando Simón, ya señalaba esta semana que el punto no está en descartar las fiestas de Navidad sino en modificar la forma de celebrarla ante el repunte de casos en toda España. Y en esta línea, el Circulo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), la patronal de residencias, considera que lo acertado sería evitar al máximo la salida de los mayores de las residencias.
“Tengamos prudencia, nos acaban de decir que a partir del 27 de diciembre van a empezar a vacunar en todos los centros. Esto no es nada, ¿hay que poner en riesgo a nuestros mayores a las puertas de una vacuna? Nuestra respuesta es no”, afirma Cinta Pascual, presidenta de la entidad. Por ello, cree que la solución está en las visitas de los familiares a las residencias y en realizar pequeños paseos terapéuticos alrededor del centro los días festivos como el de navidad. Aquellas salidas que sean “necesarias”, Pascual recomienda que sean estancias largas, de ocho días, donde “se pueda justificar un pequeño aislamiento a la vuelta y medidas de prevención”.
Pascual añade que “tenemos que reinventar las navidades y hay que vivirlas como en todas partes, de otra manera”. Por su parte, Benita es consciente del riesgo que supone salir del centro, pero quiere dejar atrás poco a poco las pesadillas del pasado. Aunque sea con mascarilla, distancia y mucha prudencia para que precisamente el siguiente año pueda seguir compartiendo otras navidades más con los suyos.