¿Ojos que no ven, corazón que no siente?

Madrid

La ministra británica del Interior ha pedido a los responsables de las principales redes sociales que eliminen vídeos con imágenes de inmigrantes cruzando en patera el Canal de la Mancha, porque cree que “promueven e idealizan estas aventuras mortales” y solo benefician a los traficantes que las usan para promocionar su negocio, algo que considera “inaceptable”. Desconocemos los informes en los que basa la relación causa-efecto entre la difusión de las imágenes y el incremento de migraciones, o que documenten por qué lo visto en la red sea más motivador que lo que difunden los medios de comunicación o lo que cuentan a sus familias y amigos, en un guasap o en una llamada telefónica, quienes consiguen culminar con éxito su viaje.

Más bien parece el enésimo intento de aportar recetas simples a un problema muy complejo, de camuflar el fracaso de duras políticas que no consiguen frenar las migraciones y de intentar transferir responsabilidades a quienes no las tienen. Porque aunque mañana la ministra consiga lo imposible y logre que desaparezcan de la red todos esos vídeos, permanecerá la cruda realidad de miseria, desigualdad y violencia que empuja a estos seres humanos a buscar un futuro mejor. Por cierto, si la ministra quiere informarse, también están en las redes vídeos que lo documentan.