Bebidas energéticas: arrasan entre los niños, pero no están reguladas por edad como el alcohol y el tabaco
Según la última encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) del Plan Nacional sobre Drogas, 4 de cada 10 estudiantes entre 14 y 18 años habían tomado bebidas energéticas en el último mes. Y son muy pocos los que están prevenidos de los riesgos que entrañan estos productos. En este Código de Barras analizamos estas bebidas.
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Madrid
Las bebidas energéticas arrasan entre los menores: uno de cada cuatro niños de entre 3 y 10 años las consume habitualmente. Desde el Ministerio de Consumo se insiste en que es necesario informar adecuadamente a la ciudadanía sobre el consumo de estas bebidas. Además, se han comprometido a crear un grupo de trabajo con todos los actores implicados para perseguir ese objetivo. Pero por el momento existe un vacío legal que permite a las empresas de bebidas energéticas publicitarse sin hablar sobre los riesgos que entrañan para la salud.
El ingrediente principal de estas bebidas es la cafeína, pero además va acompañada de otros como la taurina o la carnitina que también pueden ser perjudiciales para la salud. “Estas bebidas están desaconsejadas en niños, mujeres embarazadas o que están dando la lactancia. Si nos excedemos de la concentración máxima puede producir desde problemas cardiovasculares hasta neurológicos”, cuenta Isabel Peña Rey, directora de la AESAN.
Las bebidas energéticas se anuncian como bebidas refrescantes que te ayudan a concentrarte o a practicar deporte. Pero ¿qué hay de verdad en todo esto? Enrique García, abogado de la OCU, explica que “desde la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) todavía no se ha reconocido ningún tipo de alegación nutricional a este tipo de sustancias, por lo que está por demostrar esas supuestas propiedades energizantes y revitalizantes”.
