Entender el BOE, una misión casi imposible sin humor gráfico
Hablamos con Eva Belmonte y Mauro Entrialgo, coautores del libro 'Diccionario Ilustrado BOE-Español', sobre la relevancia que ha adquirido este boletín durante el año y cómo han logrado "traducirlo" a un idioma comprensible
Diccionario BOE-Español
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Madrid
Seguramente la mayoría de los ciudadanos, hasta hace poco nunca habían leído el Boletín Oficial de Estado. Todo esto cambió cuando el 29 de marzo de 2020, a las once y media de la noche, se publicó el decreto ley que determinaba qué trabajadores eran esenciales: es decir, quién tenía que ir a trabajar al día siguiente y cuando empezaba el confinamiento total de nuestro país. De repente, toda España estaba pendiente de un documento que suele salir de lunes a sábado a las 7 y media de la mañana y cuyo origen se remonta a las gacetas de finales del siglo 17.
Solo durante el tiempo que duró el primer estado de alarma, se publicaron 85 boletines oficiales del estado y 22 boletines extraordinarios. Eva Belmonte lleva desde 2012 consultando el boletín y descifrándolo en el blog ‘El BOE nuestro de cada día’. Es, además, la presidenta de la Fundación CIVIO, y coautora del libro Diccionario ilustrado BOE-español, disponible a partir del miércoles 23 de junio en librerías. El libro ha sido ilustrado por su coautor Mauro Entrialgo.
Como escribió Iñigo Domínguez en El País en junio de 2020, “el interés por el BOE se traduce en números de visitas sin precedentes en su web, que tiene 300.000 lectores diarios: ha registrado un millón de descargas de los documentos específicos sobre la pandemia, cuando el mismísimo código penal ha tardado seis años en llegar a esa cifra”. Ese interés por el BOE, se debe según Mauro a que “todo el mundo tuvo relación con él” y le afectaba directamente aquello que publicaban.
La expectación por lo que se iba o no a poder hacer llevó incluso a que comenzaran a circular falsificaciones del BOE por redes sociales, en las que adelantaban las supuestas normas que se ponían en marcha. Eva asegura que nunca se habían enfrentado a ver tantas falsificaciones porque “nadie le había hecho tanto caso como este año”. Dice incluso que pasaron uno falso de unas 20 páginas cuando solo tenían que trabajar los servicios esenciales y “hubo mucha gente que fue a trabajar cuando no tenía que ir”.
La idea original era que el libro fuera ilustrado, pero se dieron cuenta de que era buena idea incluir humor gráfico y algunas historietas, “y hacer más divertido el texto de Eva”. Mauro se lo ha tomado como un “sudoku”, y ahora “soy capaz de hacer un chiste de cualquier cosa”, reconoce.
Hay muchas veces que las normas no quedan del todo claras y, en otras ocasiones, “nadie cuenta ni anuncia una norma hasta que se aprueba”, cuenta Eva. Además, reconoce que a veces da la sensación de que lo redactan de esa manera a propósito, “hay muchas maneras de redactar una norma para que quede claro desde el principio de qué va”, aunque “en realidad no está diseñado para esconder, si no para ser público”.
En el libro, a pie de página de cada concepto especifican la cantidad de veces que el término ha aparecido en el BOE en la última década. Un término que aparece 2.030 veces es “indulto”, frente a las 54.031 veces de “plan de estudios”.
Según cuenta Eva, uno de los BOEs más consultados es el del calendario laboral en el que aparecen las fiestas del año siguiente. Aunque el del tema de las oposiciones también se consulta mucho, “mucha gente lo conoce porque mira cuándo se convocan y la regla de cómo va la adjudicación de plazas”.