La buena sociedad
Solo 300 invitados muy selectos, con docilidad incondicional garantizada. Nadie quería correr el albur de que Sánchez se las tuviera que ver ante diputados impregnados de malas intenciones y desconfianzas sin fin.
La buena sociedad
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Madrid
Dice el artículo primero de sus estatutos que “el Círculo del Liceo es una asociación que tiene por objeto proporcionar a sus individuos los recreos y entretenimientos de la buena sociedad y es ajena a todo acto que tenga tendencia política”. Otra cosa es que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya elegido el Gran Teatro del Liceo para ir más allá de los recreos y entretenimientos y ofrecer una conferencia titulada “Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España”.
El aforo del Liceo es de 2.300 butacas pero una vez más sucedió aquello de “muchos son los llamados y pocos los escogidos”, es decir, que solo hubo 300 invitados muy selectos, con docilidad incondicional garantizada, porque nadie quería correr el albur de que el presidente Sánchez se las tuviera que ver ante una audiencia de sospechosos habituales como los diputados impregnados de malas intenciones y desconfianzas sin fin.
En línea con la fórmula del 31 de agosto de 2020 en Casa América, con la sala
oscurecida y hecho el silencio subsiguiente, se escuchó la voz en off diciendo lo
de “Señoras, señores, con ustedes el presidente del Gobierno”. Luego, desde
el atril dispuesto en el escenario, Pedro Sánchez iluminado, luz que alumbra en
la noche, que dice el poema de Agustín García Calvo, dio lectura a su letanía
de buenas intenciones, sin nada que reprochar a la muchachada. Citó un verso
del poeta Miquel Martí i Pol: “Y estamos donde estamos”; pero igual hubiera
podido citar a Vujadin Boškov cuando dijo aquello de fútbol es fútbol. Recordó
el incendio del 31 de diciembre de 1994, pero olvidó a Carmen Alborch, ministra
de Cultura, quien para animar las contribuciones que ayudaran a la reconstrucción dijo entusiasta: “hay que impedir que se apague la llama del Liceo”. La encendida este mediodía por Pedro, también durará.