El mercado laboral que viene
Un 54% de los empleos que actualmente existen en España podrían desaparecer o sufrir cambios relevantes a lo largo de la presente década debido a los crecientes procesos de automatización y globalización. ¿Cómo será el futuro del empleo? Lo analizamos con Valentín Bote, Director de Randstad Research.
Madrid
Aparición de nuevas formas de trabajo y desaparición de empleos plenamente extendidos a día de hoy, mayor flexibilidad laboral movilidad y temporalidad, preeminencia de competencias blandas… esas son algunas de las características que depara el mercado laboral del futuro, Flexibility at Work: Abrazando el cambio, presentado esta semana por Randstad, y que busca arrojar luz sobre cómo será el mercado laboral del futuro, habida cuenta de los crecientes procesos de automatización y globalización.
Un estudio que apunta que, el año que viene, en 2022, surgirán 133 millones de trabajos nuevos, fruto de una nueva división del trabajo entre personas, ordenadores y algoritmos. De hecho, en la próxima década, más de la mitad de los empleos podrían desaparecer en nuestro país tal y cómo los conocemos: un 22% de los puestos de trabajo están en riesgo alto de automatización y un 30% en riesgo significativo de cambio, frente al 14% y el 32% respectivamente que refleja la media de la OCDE. Una idea que coincide también con la percepción que los propios trabajadores tienen, según refleja un estudio que acaba de publicar la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, que concluye que un 45% de los españoles cree que su trabajo lo hará un robot antes de 15 años.
Además, pese a que se espera un aumento del empleo global, pero 1 de cada 7 trabajadores se enfrentará a la pérdida de su puesto de trabajo como resultado de la automatización. Un proceso que, además, tiene una segunda derivada: se incrementará la demanda de los trabajadores poco o muy cualificados, mientras irán desapareciendo los empleos intermedios y, en la próxima década, algunas de las competencias más demandadas por los trabajadores serán competencias blandas, como el pensamiento crítico, la creatividad y la inteligencia emocional.
"Estamos hablando de aquellos empleos que son más rutinarios, de menos valor añadido, que incorporan menos elementos de creatividad... en definitiva, algo que no es nuevo, nos lo podíamos imaginar, pero poco a poco se está convirtiendo en una realidad" ha explicado en Hora 25 de los Negocios Valentín Bote, Director de Randstad Research. "Lo bueno es que todo este tipo de habilidades se pueden entrenar y se pueden adquirir y se observa el fenómeno de que los trabajadores, de manera individual, cada vez prestamos más interés en fortalecernos en este tipo de competencias. Hoy día, las empresas valoran mucho que seamos capaces de hacer el empleo para el que nos han contratado pero también están pensando ya en qué vamos a ser capaces de hacer en el futuro, porque probablemente las tareas hayan cambiado ya, y ese tipo de flexibilidad, de plasticidad, de pensamiento crítico... es algo que en los procesos de selección cada vez se tiene más en cuenta" apunta Bote.
Otro de los factores a tener en cuenta en el mercado de trabajo -aunque no únicamente- es que, debido al envejecimiento de la población en muchos países desarrollados, ha aumentado la demanda de personal sanitario y las previsiones para 2030 apuntan a la creación de 475 millones de puestos en este sector en 45 países. Una evolución que tendrá que afrontar también el desafío de volver a reajustar oferta y demanda porque, actualmente, 1.300 millones de personas están infracualificadas o sobrecualificadas para el trabajo que realizan.
