Correr por la playa: Guía para practicar el running en verano
La cercanía al mar hace que muchos se planteen practicar running en la playa
SER Saludable - Capítulo 122: Correr por la playa. Guía para practicar el running en verano
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Valencia
"Hay que estar en forma para poder correr, no correr para estar en forma". Esa máxima de la fisioterapeuta Diane Lee se aplica también al running playero. En verano, el tiempo y el entorno nos invitan a entrenar de otra manera. Esta época del año que estrenamos, además de descansar, nos da la oportunidad de salir al aire libre y probar prácticas nuevas. La cercanía al mar hace que muchos se planteen practicar running en la playa.
Ya hay estudios que admiten que las superficies de arena pueden ofrecer un mayor gasto de energía, pero a su vez hay investigaciones recientes como la publicada por Nature señalan que correr descalzo conduce a una menor estabilidad al correr en comparación con correr calzados.
“No todo es tan fácil y simple como lanzarse a correr por la arena cuando nos apetezca. Tendremos que tener en cuenta nuestras características individuales (si tenemos o no sobrepeso, nuestra salud cardiovascular y articular) y conforme a ellas saber si lo más óptimo es que corramos por la playa”, afirma Guillermo Alvarado, director de PERFORMA entrenadores personales en Valencia y autor del libro Entrena bien, vive mejor.
Javier Torralba, doctor en podología, experto en biomecánica y profesor de la Universidad Católica de València admite que “la arena de la playa puede ser un gran aliado o convertirse en una trampa para nuestro cuerpo”.
Beneficios
Menor impacto. Debido a que el terreno es más blando de lo habitual lo cual, mientras se hagan carreras a ritmo lento, puede ser beneficioso siempre y cuando se evite cualquier terrero irregular.
Gasto energético. Debido a la sobresfuerzo que realizamos al correr por un terrero que absorbe un gran porcentaje del impacto se incrementa considerablemente el gasto calórico.
Ejercicio de fuerza. Es un buen ejercicio de fuerza ya que luchar a cada zancada contra la arena suelta lleva a nuestros músculos y articulaciones a rangos probablemente no alcanzados de forma habitual.
Relax. Cuerpo y mente en un enclave privilegiado. Además la brisa junto a los iones que transporta ayudan a nuestro cuerpo a regenerarse rápidamente.
Riesgos
La pendiente de la orilla. Debemos evitar la zona húmeda de la orilla para evitar posibles lesiones por sobrecarga.
El terreno blando también puede ser algo en contra de nuestra salud. Podría provocar sobrecargas musculares o lesiones de tobillo si alargamos mucho la sesión de entrenamiento.
Ritmo de trabajo. Al ser más difícil el desplazamiento por la arena, no debes querer ir al mismo ritmo que en asfalto o pista, podrías lesionarte, la arena está para ir a un ritmo más lento.
Siempre calzado. Es verdad que el hecho de correr descalzo es una auténtica gozada para los sentidos, pero la playa no siempre está lo limpia que desearíamos y debemos proteger la planta de nuestros pies de posibles cortes, heridas o pinchazos accidentales.
Atención a la hora solar. Protégete siempre con protección solar y si además vas a correr descalzo, no olvides que los pies también se queman y mucho.