El aspectismo, el término que define la discriminación hacia "los feos"

Madrid

Sociólogos, psicólogos e incluso economistas como el norteamericano David Marks coinciden en señalar que la discriminación por el aspecto físico (para la que en inglés se ha acuñado el término lookism, algo así como aspectismo) supera en la actualidad a otras como el racismo o el sexismo. Para tratar este tema se ha asomado a ‘La Ventana’ una mujer que lleva toda su vida al frente de publicaciones de moda y belleza, Joana Bonet.

Esta discriminación, que depende del aspecto exterior, no es nueva. Desde la Edad Media, cuando había dos personas que debían ser ajusticiadas, la menos agraciada era la que sufría la pena más dura. Sin embargo, hoy en día impera la diversidad: “Lo bello es lo diferente”. Como decía Catherine Hakim en Capital erótico: “Los feos son unos perezosos”, ya que la cosmética ha avanzado tanto que es muy difícil no sacarse partido.

Ciertas personas han roto todas las barreras y esquemas y han utilizado su peculiaridad para atrapar todas las miradas: “Nuestra Rossy de Palma, con sus ojos de diferentes colores, su nariz grecorromana es adorada en el mundo de la moda. Tiene muchísimo éxito”. Hay un canon de “bonitas feas” encabezado por figuras míticas como Barba Streisand, Frida Kahlo o Lady Gaga que “han convertido su punto atípico en una virtud”.

Por un lado, las grandes marcas están empezando a hacer eco de estas corrientes. Tommy Hilfiger ha diseñado una colección para que las personas con discapacidad puedan vestirse con facilidad. Por otro lado, en las redes sociales se fomenta “la cultura pagana” en la que se hace énfasis en los atributos atléticos: “Se asocia lo bello con lo positivo y el éxito”. Hay activistas que están defendiendo el body positivey cuentas parodia que denuncian la versión azucarada y perfecta que se comparte en Internet porque “la belleza suele ser imperfecta”.

Además, la belleza es subjetiva y dinámica. En los museos se puede observar la evolución de la definición de atracción. Las Tres Gracias encajan en un canon muy diferente al actual, porque “la belleza es dinámica y va cambiando depende de nosotros, de nuestra mirada. Es más importante la personalidad, el carisma y la gracia”.

Actualmente ser feo es “moderno y transgresor”, porque hay personas que son bellas y no logran transmitir. “Hay modelos que han pesado 25 kilos menos que la media y que nunca han sido felices”. Lo importante no es ser guapo sino “ser atractivo” porque “no hay fealdad, sino falta de autoestima”.