Todd Haynes retrata la contracultura de 'The Velvet Underground'
El director presenta 'The Velvet Underground', un fantástico documental sobre la escena musical y artística en el Nueva York de los sesenta
La banda neoyorquina The Velvet Underground quiso romper todas las convenciones de la música, del arte y de la sociedad. De ahí que no hicieran promoción como el resto de grupos del momento. Eso es lo que más ha complicado la vida al director Todd Haynes para levantar un documental sobre el emblemático grupo formado por Lou Reed y John Cale.
The Velvet Underground es un magnífico panóptico de lo que fue ese grupo musical y de toda la escena neoyorquina de los años sesenta. Andy Warhol, Jasper Jones, Jonas MeKas... todos estaban en el mismo barco y todos crearon uno de los contextos artísticos más interesantes e influyentes de las últimas décadas.
"Laurie Anderson, la compañera de Lou Reed, dejó mucho material en la biblioteca de Nueva York y eso me dio la oportunidad de acceder al material, luego ella aceptó que fuera yo el director y nos pusimos a trabajar a principios de 2020. Entonces llegó la pandemia y eso nos dio tiempo a revisar todo el material y ordenar lo que queríamos y hacer encuentros por zoom entre el equipo", explicaba el director en la rueda de prensa.
El poco material de conciertos y de escenas públicas de la banda, Haynes lo cambia por una concepción visual cercana al pop art y a la cultura de la época. Hay entrevistas, pantallas partidas, grabaciones privadas de Andy Warhol, fotografías y fragmentos de películas independientes de la época y de performance o hapenings a los que acudían. "Es una pena que ese cine no se vea ahora, de alguna manera yo he querido que eso esté y que el público lo recupere".
"La banda, de una manera consciente, tenía claro que no quería promocionar, que no quería hacer lo que otros grupos. De ahí que no haya mucho material de ellos. Lo maravilloso es que lo encontramos en otras disciplinas, en el cine, el arte, los hapenings, y la cultura multimedia. Eso era la vida cultural de Nueva York y eso ha sido una oportunidad para nosotros por poder contar la historia usando ese material", añadía Haynes.
Eran los años de la generación beat, la lucha por los derechos civiles y la experimentación a todos los niveles. El neoyorquino barrio de Greenwich Village se convirtió en el refugio de músicos experimentales, directores de cine "underground" y poetas transgresores que desafiaban el consumismo y las convenciones sociales que encarnaba la América oficial. Todos pasaban por The Factory, bajo la atenta mirada de Warhol, que produjo e introdujo en el mundo artístico a este grupo musical, y hasta firmó la portada del disco de la banana.
"Había mucha gente rodando películas en aquel momento y se cambiaban imágenes y material. Por eso hemos podido mostrar la historia de otra manera, Mostar la historia de un momento cultura". explicaba. Y es que de eso trata The Velvet Underground, no de explicar la música de la banda o la relación entre Lou Reed y John Cale, de amor odio; sino de explicar un momento, un espíritu, un sentimiento.
"Ellos rechaban cualquier movimiento político, a diferencia de los hippies en la costa este", dice Haynes. Ese contraste, entre Los Ángeles y Nueva York es uno de los tramos más divertidos del documental. "Sin embargo, eran políticos a su manera. Eran abiertos a todas las identidades, era casi una política freudiana, y eso me sigue emocionando".
Para un director que ha ganado La Palma Queer en Cannes y que ha abordado en muchas de sus películas la homosexualidad, aquí también se interesa por esa condición abierta y libre de estos artistas. Antes de triunfar, cuenta el documental, lo atormentado que estaba Lou Reed, un estudiante de literatura inadaptado y con hambre de rock and roll, que había sido sometido a terapia de electrochoque por sus padres para "curar" sus tendencias homosexuales y su apetito por los estupefacientes.
Haynes es uno de los directores con una mirada más personal en el cine independiente americano. Amante de la música, ya habló del movimiento Glam, de David Bowie e Iggy Pop en Velvet Goldmine, película que estuvo ya en Cannes. Después firmó uno de los mejores documentales musicales sobre Bob Dylan en I'm not there, donde al cantautor americano y Premio Nobel lo interpretaban un sinfín de actores, entre ellos Cate Blanchett. En The Velvet Underground, el director de Carol o Lejos del cielo, quería que la imagen y la música fueran un todo.
"Antes de empezar me pregunté qué tenía de visual, qué tenía de estilístico. Lo hice con Dylan, una película sobre él debía ser múltiple, de ahí que hubiera muchos actores para mostrar cada momento. En este caso, lo que he intentado es mostrar mis sentimientos sobre esa música".
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...