Los retos de Iceta en Cultura

Miquel Iceta llega al ministerio de Cultura y Deportes en un momento complicado. La Cultura ha sido uno de los sectores más tocados por el coronavirus. Iceta, al igual que Uribes, no viene del mundo de la cultura, ni de la gestión cultural, como sí ocurrío con el primer ministro del ramo de Sánchez, Pepe Guirao. Al igual que Uribes, Iceta es un hombre de partido, por lo que su nombramiento sigue respondiendo a una decisión más política que técnica o cultural.

Licenciado en químicas y económicas, abandonó ambas materias para dedicarse a la política. Se afilió en las juventudes, luego en el PSC, donde ejerció diveros cargos hasta ser su secretario general en uno de los momentos más tensos de Cataluña. Después, Sánchez lo cambió por Illa y Miquel Iceta se convirtió en ministro de Política Territorial. Durante su toma de posesión tuvo un momento muy deportivo, cuando se refirió a su tío-abuelo Luis, delantero del Athletic Club. 

Tras los indultos y la Operación Cataluña, asume la cartera que ostentaba José Manuel Rodríguez Uribes, que no entró con buen pie en el cargo, en enero de 2020. 15 meses en el gobierno y todos muy intensos, porque en el segundo mes de mandato estallaba la pandemia. Entonces tuvo los primeros roces con el sector. Unas desafortunadas palabras sobre Orson Welles, la vida y el cine, hicieron sospechar a una parte del sector que la cultura no sería un gran caballo de batalla en este gobierno. Después hubo reuniones con los representantes de las distintas industrias y un decreto aprobado en mayo de 2020 muy ambicioso con ayudas para el sector. Septiembre nos dio la primera manfiestación de los trabajadores de la cultura, organizada por Alerta Roja. Uno de los últimos altibajos con el ejecutivo lo tuvo con las vacunas de la selección española de fútbol.

Uribes ha estado en todo. Ha ido, se ha dejado ver, ha acompañado distintos actos, pero el sector nunca acabó de abrazarle del todo. Ni siquiera podrá ver materializado el acuerdo que ha cerrado con la baronesa Thyssen para mantener la colección, un acuerdo que estará cerrado del todo en los próximos días, según confirmaba el ya ex ministro en ARCO. "Ha sido un honor para mi ser Ministro del Gobierno de España. Siempre estaré agradecido al Pedro Sánchez por su confianza. En tiempos difíciles hemos puesto el alma, todas nuestras capacidades. Agradezco a mi equipo su trabajo y a la Cultura y al Deporte su ejemplo. Gracias", ha señalado a través de su cuenta de Twitter.

Los retos que le deja a Iceta -del que sabemos que le gusta la música y el baile- son varios y complejos. Que no haya sorpresa de última hora en el acuerdo con el Thyssen. Que pueda desarrollar el Estatuto del Artista, medida que Uribes tenía como prioritaria. Que se desarrollen correctamente las negociaciones de la ley del cine, que debe cambiar para poder recibir las ayudas europeas. Por el momento este texto legislativo se encuentra en consulta pública que finalizará el 25 de julio. El objetivo de Cultura era tener finalizado el proceso en el último trimestre de 2023 para "poner al día" el ámbito de actuación de la Ley y adecuar los incentivos y las ayudas a la cinematografía y al audiovisual.

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Y aquí llegamos a la cuestión más compleja, poder organizar esas ayudas del plan de resiliencia. Algo que los mismos funcionarios reconocen que es inabarcable. Tendrá también Iceta que renovar la ley de derechos de propiedad digital, la nueva ley de financiación del INAEM. La trasposición de la directiva europea de los derechos de autor, que ha enfrentado a editores con plataformas como Google, estaba prevista para este mes de junio y finalmente sigue a la espera. También se ha hablado en esta legislatura de una Ley de Mecenazgo de la que, por el momento, no se tienen noticias... Y los toros. Ha sido uno de los embrollos de Uribes y del PSOE, con una posición, como en otros ausntos, de que ni sí, ni no. Algunos de estos retos están encaminados por la gestión de Uribes, un ministro que ha tenido que lidiar con la mayor crisis del sector en años.