¿Y si nos quedamos sin ideas?
Javier del Pino, Juan José Millás, Manuel Vilas y Fernando Trueba recuperan la mejor manera de activar la creatividad: charlar con amigos alrededor de una buena comida
¿Y si nos quedamos sin ideas?
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Madrid
La nevera de los artículos de reserva de Millás está vacía. Cuesta sacar ideas y cuando a Javier, in extremis, se le ocurre algo se nos ponen los pelos de punta. Como cada fin de temporada, estamos cansados física y mentalmente. Pero ¿Por qué este año, además, nos cuesta tanto pensar en algo original? Ahora mismo me tienta la idea de deciros que escuchéis el audio y no escribir ni una frase más, pero escucho a Juanjo decir… “A los oyentes no les importan tus problemas. Es como si fueras a un restaurante y el cocinero te dijera: no sé que hacer hoy de comida.- Pues arrégleselas, oiga, pero a mi póngame algo de comer”. Y por experiencia os digo que a él no conviene dejarle sin comer.
Creatividad, comida, restaurantes, amigos, fiesta… Citamos en un reservado del Zerain a Manuel Vilas, recién llegado de Italia y a Fernando Trueba, de vuelta de Barcelona tras unos días en París. La sala es amplia, agradable, con dos grandes ventanales, ideal para una tertulia con amigos. De esas que se perdieron hace un año y medio. La idea (la última) es saber si a ellos las restricciones de la pandemia también han afectado a su creatividad. “A mi nunca me han faltado las ideas”… Trueba rompiéndonos la teoría… “De hecho siempre he tenido más de las que se han podido materializar. Por ejemplo, ahora estoy en un proyecto con Mariscal que nació hace más de 20 años”. Pero todos reconocen que las mejores siempre han surgido de la charla con amigos, de conocer y hablar con otras personas que, a veces, nada tienen que ver contigo.
Pero el virus paralizó los contactos y ha supuesto una ruptura en ese proceso que ha vaciado “las neveras”. “Y los viajes” Para Vilas eso ha sido lo peor, porque viajar es muy estimulante. Pero él ha seguido escribiendo. Su próxima historia tiene que ver con la pandemia, con la vida y, sobre todo, con el amor. Javier plantea si habrá una cultura de la pandemia, una generación de libros, películas, historias de pandemia. Vilas dice sí, a Millás no le apetece nada a Trueba solo si la gente lo demanda. ¿Quién va a querer entrar otra vez en una historia de confinamiento cuando lo bonito es salir a la vida a través del cine o de la literatura?
Lo mejor es el encargo, siempre y cuando responda a tus intereses. En esto están todos de acuerdo. La presión de tener que hacer algo concreto es fantástica para trabajar… Durante las tres horas que dura la comida surgen mil temas de conversación. Hay tiempo para la política - “qué lástima que lo único que no desaparece es la estupidez”-, para la reflexión, para las anécdotas, para la risa ypara los recuerdos. “Fernán Gómez era el mejor conversador del mundo. El día que más me he reído en mi vida (y, por lo que cuenta Trueba, han sido muchos) fue precisamente en una comida en la que Fernando nos contó los problemas que tenía para ponerle música a una película de mierrrda… Pasó el primer plato, el segundo, los postres, las copas y aquello ya era Sarajevo”.
Termina la comida y la reunión de amigos que nos deja un buen sabor de boca, alguna idea para la temporada que viene y una conclusión: escucha el audio.
Paqui Ramos
Casi siempre en la radio. Siempre en la SER. Trabajando con Javier del Pino y yendo a sitios con Juanjo...