Jacques Audiard disecciona el vacío existencial de la pareja
El director francés, que ya tiene una Palma de Oro por 'Dheepan', estrena en el Festival de Cannes 'Les Olympiades', un retrato poliamoroso en blanco y negro condicionado por el contexto de desesperanza
Cannes
La vida en pareja o el amor son conceptos complejos en el mundo modernos de hoy. Habla el filósofo Bauman de un mundo líquido, donde todo hasta el amor ha adoptado ese estado. La liquidez de los sentimientos, las relaciones, las posiciones de poder en la convivencia y la desesperanza de una sociedad que no permite casi vivir en plenitud es el tema que ha centrado esta jornada del Festival de Cannes.
El primero en hacerlo ha sido el director francés Jacques Audiard con Les Olympiades. La primera versión de la película la firmó Céline Sciamma -directora de Retrato de una mujer en llamas- y la final el propio Audiard y la guionista Léa Mysius. Está ambientada en el Distrito 13 de París. Un distrito de clase obrera, de grandes torres de edificios, lejos del Sena, de la torre Eiffel y de todo el glamur parisino. Tampoco es una película sobre las banlieu.
Concebida casi como una película de época, Les Olympiades sigue las relaciones entre cuatro parisinos. Todos licenciados, con carrera, pero cuyas situaciones económicas y laborales están lastradas por las consecuencias de la crisis económica de 2008, más de 10 años después.
Los personajes emergen de la novela gráfica del americano Adrian Tomine en la que se basa la película para mostrarnos los debates internos sobre la identidad -dos de ellos son migrantes de segunda generación-, sobre el amor, el compromiso, sobre la falta de esperanza y sobre el sexo como el modo de exorcizarlo todo.
"Adaptar una novela gráfica tiene cosas específicas. Hemos construido personajes de cine a partir de ella. Queríamos situarlos en París en ese distrito y en la actualidad. Son gente joven, adultos, diplomados, pero no saben muy bien qué hacer. Tratar esa clase social, clase media, cultivada que no puede ejercer, no puede ir más allá. Es gente desclasada", decía Audiard en una de las ruedas de prensa más multitudinarias del festival.
Les Olympiades nos saca del París de los bajos fondos, de la miseria y la conflictividad, y también del glamur de la parte más turística. De los pisos enormes de burgueses con problemas en torno a una botella de vino y nos acerca a la alienación de una gran ciudad. El metro, los trabajos precarios, los edificios altos, los precios de los alquileres... todo está de manera sutil en este triángulo amoroso entre tres magníficos actores, Lucie Zhang, Makita Samba, Jehnny Beth y Noémie Merlant.
"Elegimos ese distrito porque he vivido ahí muchos años y lo conocía mucho. Es un barrio que ha tenido su propia burbuja en los últimos años. En medio de las afueras y del centro de la ciudad. Es un lugar más desconocido y además es un barrio que muestra la modernidad de París, una realidad social que nos interesaba", añadía el director de películas como Un profeta, Los Hermanos Sister o De óxido y hueso, que aquí cambia radicalmente el tono y el fondo de su cine.
"Son personajes de la modernidad, por tanto, transculturales, transéticos. Queríamos trascender todo eso. Queremos representar una clase media donde caben muchos. No está segregado. Son barrios de mucha mezcla. El cine francés es mixto de cuando en cuando. El mío sí".
La directora húngara Ildiko Enyedi firma The story of my wife, una monumental historia de época en la que adapta la novela de Milan Füst. En ella nos introduce en las dinámicas de pareja de un matrimonio en los años 40. Léa Seydoux y Milán Füst son los protagonistas. Lo que puede parecer un retrato de un tiempo pasado que nada puede aportarnos sobre el momento actual, es todo lo contrario. Una manera sutil de contar cómo se producen los celos, la incomunicación y una violencia latente en la convivencia en las relaciones de pareja.
Con On body and soul, la directora ganó el Oso de Oro en Berlín en 2017 y con su primera película Mon XXe Siècle, la Cámara de Oro a la mejor ópera prima en este Festival de Cannes. Ese premio le ha permitido estrenar esta gran producción rodada con una puesta en escena detallista y preciosista, en la que disecciona el poder del patriarcado, a través de curiosas escenas de fuera dentro del barco, donde el marido trabaja como capitán.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...