Mito y realidad del alargamiento de pene en 2021: hombres con baja autoestima y una sociedad falocéntrica
En sociedades muy condicionadas por la falta de educación sexual, la pornografía y la cultura de la penetración como definitoria de todo lo que es y significa el sexo, lleva instalada desde hace años un mito con pocas dosis de realidad acerca del alargamiento del pene
Si bien otros complejos, que se resuelven con relativa frecuencia mediante cirugía, no desentrañan ningún tabú; el tamaño del pene es el elefante en la habitación de muchos hombres que han madurado sexualmente, de esto hablamos en Hora 25 con Aimar Bretos
Polla grande, polla chica: el mito sobrepasa a la realidad en 2021
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Madrid
El eterno mito del hombre. Tener un pene grande o de unas proporciones que -creen ellos- va a satisfacer los deseos propios y los de la pareja. Hay más ficción que realidad, o al menos es lo que nos dicen todos los expertos consultados. Agrandarse el pene no es una moda de los noventa. Porque a todos nos viene a la memoria el anuncio en la Teletienda del 'jes extender', el extensor del miembro más famoso de nuestro país. Y cómo no, los testimonios escalofriantes de los supuestos y afanosos usuarios. ¿De verdad salía un hombre entrado en años agarrado a la cintura de una joven rubia en minifalda? Sí, pero es que además se emitía justo después de una licuadora de alimentos, una aspiradora que llegaba a todos los rincones y una bayeta que valía mínimo cincuenta euros. "Se lo puede llevar hasta a la piscina y no se nota nada", decía la chica. En referencia al hombre entrado en años, claro.
En pleno año 2021, la creencia de que cuanto más vigorosa, más grande y más bonita la tengas sigue más vigente que nunca. La prueba de ello es que hay gente dispuesta a operarse, a acudir a una clínica sin pudor, previa revisión urológica, y seccionarse una parte muy concreta del músculo para ganar un par de centímetros, a lo sumo tres. Pero es que los extensores no van a hacer mucho más. Usar un artilugio de este tipo supone desgarrarse el músculo que mantiene el pene más o menos sujeto. "Se puede alargar el pene, pero hay que reducir muchísimo las expectativas de los pacientes que vienen, no van a conseguir ocho centímetros más, de hecho ni siquiera alargamos el pene, lo que hacemos es desenterrarlo", nos cuenta el jefe de Urología de la clínica Ruber de Juan Bravo en Madrid, el doctor François Peinado.
"Yo me puse una prótesis en el pene porque tenía disfunción eréctil, luego me inyectaron ácido hialurónico para aumentar el grosor", nos cuenta José, un paciente del doctor Peinado que asegura que le ha "cambiado la vida" para bien en todo lo relacionado con su sexualidad y la autopercepción física.
La visión psicológica-sexual
"Hay un pene retráctil y un pene esponjado, el hombre que tiene complejo de pene pequeño se fija en aquellos que creen que lo tienen más grande en condiciones de normalidad, tenemos poca cultura sexual, de sexo hacemos poca pedagogía... antes de hacerse una intervención deben hacerse un análisis psicológico, el problema no está en cómo eres, sino en la vivencia desproporcionada... los casos de pene pequeño que han pasado por mi consulta no se han intervenido", explica Antoni Bolinches, psicólogo clínico especializado en Sexualidad Humana.
Sobre el origen de esta obsesión de los hombres por su tamaño dice Miren Arrazabal, presidenta de honor de la Federación Española de Asociaciones de Sexología y que trabaja en Lyx Instituto de Urología que "viene desde que el homo sapiens pisó la tierra, esculturas, figuras prehistóricas, es un histórico, no es que el problema del tamaño del pene sea del siglo XXI, hora está el mito de que un hombre que tenga buen pene es portador de habilidades amatorias tremendas, va a dar placer, cuando realmente es falso... por tema anatómico hace más el grosor que la longitud, los modelos que hay sobre el placer sexual no están basados en ningún conocimiento científico"
Y añade que "el hombre ahora es mucho más inseguro ahora que antes, cuando hablamos del placer de la mujer hablamos de buscar nuestro propio placer, en los últimos cinco años he visto una tendencia de barones jóvenes brutal, ellos tienen ansiedad, lo que nosotros llamamos ansiedad anticipatoria, es decir, antes de tener sexo y luego miedo a la ejecución, es decir, les preocupa no tener una erección por ejemplo".
Alejandro Becerra
Redactor de 'Hora 25' desde octubre de 2020. Previamente estuve en la web de la Cadena SER. Graduado...