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Apichatpong Weerasethakul, el director tailandés que levanta pasiones en Cannes

Tras ganar la Palma de Oro, regresa al Festival de Cannes con 'Memoria', una película rodada en Colombia, sobre el peso de las herencias, en la que Tilda Swinton habla en castellano

CANNES, FRANCE - JULY 15: (L-R) Juan Pablo Urrego, Apichatpong Weerasethakul, Elkin Diaz, Tilda Swinton and Jeanne Balibar show the Colombian flag with the S.O.S sign as they attend the "Memoria" screening during the 74th annual Cannes Film Festival on July 15, 2021 in Cannes / Pascal Le Segretain Getty Images

Cannes

Apichatpong Weerasethakul se hace llamar Joe en los festivales internacionales. Es uno de los directores que más fenómeno fan genera entre los cinéfilos sesudos. Artista tailandés, que combina el cine con las performance y las instalaciones artísticas, desde su primera película, el documental Object at Noon, de 1999, juega con la realidad y la ficción. Esa ha sido su norma, la que le ha dado hasta una Palma de Oro, la que ganó por Tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas. La última vez que estuvo en Cannes lo hizo en la sección paralela y las colas para ver Cementery of Splendour llegaban hasta las escaleras del Palais. Ahora ha vuelto, en el año en el que las colas se hacen a medias, con Memoria, una película con su ritmo habitual programada a las cuatro de la tarde.

El año en que ganó Apichatpong en Cannes presidía el jurado Tim Burton. Su película suponía otra manera de contar, de sentir, de explicar el cine, sin referencias cinéfilas reconocibles para la crítica occidental. De ahí, el asombro ante su universo, ese que habla de memoria, de vida, de muerte y de lamentos. Usa la alegoría para dejar claro que las matanzas a los comunistas en su país siguen doliendo, y usa lo abstracto como modo de sortear la censura tailandesa, el que sienta en una misma mesa a fantasmas, animales reencarnados, moribundos o personajes anonadados, el que embellece la selva -de hecho ha llegado a decir que es más bella que Brad Pitt.

En Memoria Apichatpong, Joe, deja su país y se va a Colombia. Ha rodado en Bogotá, en Medellín y en la selva. Ha rodado en inglés y en español una película sobre fantasmas, presencias, ausencias y sobre la tierra como un elemento más con vida. En su última película, Cementery of Splendour, salía por primera vez un personaje occidental, un soldado. En Memoria la protagonista es Tilda Swinton.

La actriz británica, que tiene cinco películas en este certamen y lleva días paseando por los alrededores de la Croisette, interpreta a una cultivadora de orquídeas que va a Bogotá a visitar a su hermana enferma. Se hace amiga de un arqueólogo responsable de supervisar la interminable construcción de un túnel bajo la cordillera de Los Andes; y de un músico.

Todas las noches, se ve perturbada en su sueño por ruidos extraños e inquietantes. Un ruido que le persigue, metálico, terroso, ¿es acaso un ruido de disparos? Estamos en Colombia, un país donde la violencia ha hecho mucho daño. ¿Son los ruidos de los antiguos pobladores del continente? ¿Son los ruidos del pasado? ¿Es el peso de la colonización? ¿O acaso una advertencia? En su viaje a la selva, el personaje de Swinton va acercándose al origen de ese ruido. "Las vibraciones quedaron pegadas en la piedra", le dice un lugareño que no quiere tener contacto con el mundo porque es capaz de recordarlo todo. Planos abiertos, donde el paisaje se come a los personajes, el sonido los envuelve y donde las presencias fantasmagóricas de seres reencarnados, dan paso al ruido como elemento de otro lugar que interactúa con los personajes.

Memoria es una coproducción colombiana de Burning, junto con coproducción con Kick the Machine Films, la productora del creador tailandés. En ella aparecen los actores colombianos Elkin Díaz y Juan Pablo Urrego. Recorre los caminos de la mente, esas sensaciones inexplicables que retumban en la cabeza y a las que a veces les buscamos sentido; Jessica, el personaje de Swinton, encarna la mirada externa de un conflicto en un país que le duele. En su búsqueda de ayuda es cuando se produce las conexiones más esperadas, con un giro final tremendo.

Apichatpong nació en Bangkok en 1970 y creció en Khon Kaen, en el noreste de la Tailandia, zona situada en la frontera con Laos, lo que marcará la presencia de inmigración en muchas de sus historias. Su cine bebe del folclore y la tradición del norte de su país, donde nació y se crio este hombre que se graduó en arquitectura hasta que decidió que quería hacer cine. Fue entonces cuando viajó a Estados Unidos, concretamente al Art Institute de Chicago, para estudiar sobre unas películas que jamás había visto.

En 1994 realiza cortometrajes hasta que da el salto al largo en 2010. Desde entonces todo fueron reconocimientos en Occidente, la Palma de Oro, calificada como la más loca y metafísica de la historia del festival por la crítica francesa, el premio Un Certain Regard en el Festival de Cannes por Blissfully yours.

Mientras en Europa gana premios, en Tailandia, sus filmes se estrenan en una o dos salas, no recaudan apenas dinero y Síndromes fue prohibida por la Junta de censura tailandesa por contener imágenes que denigraban la imagen pública de los médicos, que se besaban en el trabajo o los monjes budistas que tocaban la guitarra. 

Dice que su memoria audiovisual se sustenta en la televisión de los setenta, el cine popular de su país y los tebeos sobre espíritus y fantasmas. Asegura que la película que le cambió la vida fue En busca del arca perdida, la primera de la saga de Indiana Jones. Miembro del Free Thai Cinema (una asociación que ha intentado sin demasiado éxito frenar los efectos de la censura), Apichatpong reconoce que su trabajo está sujeto a la censura.

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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