El bloqueo del PP en el CGPJ... siempre que ellos no gobiernan: la explicación de Aimar Bretos
El máximo órgano de los jueces lleva bloqueado dos años y medio: escucha este extenso análisis sobre las condiciones cambiantes que ha ido poniendo el PP a pesar de que ahora dice que "no bloquea nada"
Madrid
Hoy se ha producido el primer contacto entre el nuevo ministro de presidencia Félix Bolaños y el principal partido de la oposición, el PP. Bolaños ha llamado a la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra y le ha hablado de la necesidad de renovar ya el Consejo General del Poder Judicial. El PP no tiene ninguna intención de hacerlo y básicamente, se han emplazado a volver a hablarlo después del verano. ¿Qué pasa con esto? Después del verano el Consejo General del Poder Judicial llevará caducado ya mil días. Este Consejo se tenía que haber renovado el 4 de diciembre de 2018, es decir, hace ya más de dos años y medio.
Desde entonces, este órgano -que lo decide todo dentro de la justicia- está compuesto por una mayoría conservadora que ya no corresponde a la mayoría parlamentaria. Corresponde a cuando se eligió este consejo, cuando Rajoy estaba en el gobierno y el PP tenía mayoría absoluta. Ahora en el parlamento no hay esa mayoría conservadora, sino progresista; y si se renovara el Consejo como toca el grueso de los vocales de ese consejo sería progresista.
Obviamente, esto al PP no le interesa nada, prefiere alargar artificialmente la mayoría conservadora, aunque esté caducada. Y se dedica a dar largas; aunque públicamente insistan en que ellos no lo están bloqueando. Lo ha dicho hoy Cuca Gamarra, que ellos -como condición para renovar el consejo- sólo han pedido garantías de independencia y no politización. Lo cierto es que esto no es así. Ellos han pedido muchas más cosas, han ido poniendo todo tipo de condiciones, muchas de ellas cambiantes.
Por ejemplo, el año pasado. La condición que ponía el PP para negociar la renovación del consejo era que Sánchez echara de las negociaciones a su socio de Gobierno, Unidas Podemos. No fue solo Casado y no fue solo en una ocasión. Lo pidió el PP una y otra vez. Por lo tanto, aunque el PP diga ahora que ellos nunca han pedido nada que no sean garantías de estándares europeos, sí que pedían otras cosas muy distintas. Políticas. Pedían primero echar a Podemos de las conversaciones. El verano del año pasado, después de que el rey emérito se fuera a emiratos, el PP de Casado difundió que para ellos ya era imposible renovar el consejo general del Poder Judicial "por la actitud que el Gobierno había tenido ante esa marcha de Juan Carlos I". Nuevo giro.
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También el año pasado, el PP marcó otra línea roja de las que dice que no ha puesto nunca: los indultos a los presos del procés. Durante aquellas negociaciones, que iban y venían, el PP exigió además que se cambiara el sistema de elección del consejo. Que los propios jueces eligieran a los miembros, cosa que nunca había impulsado el PP mientras él gobernaba, incluso con mayoría absoluta.
Quienes estuvieron en aquella negociación aseguran que se pactó renovar el consejo con las reglas actuales y dejar eldebate sobre la reforma para después. Pero ahí ya el PP empezó a poner otras líneas rojas, de esas que ha dicho hoy que no han puesto. Ahora eran los nombres. Vetaban algunos de los nombres propuestos por el Gobierno. Empezando por Victoria Rosell, la delegada del Gobierno para la violencia de género, que es jueza. Podemos la proponía como vocal para el consejo, el PP la vetó. En el gobierno se asumió que ahí se podía ceder, en el nombre de Rosell. Pero es que el PP también quería vetar a otro de los nombres propuestos, José Ricardo de Prada, uno de los jueces que formaba parte del tribunal que condenó al PP en la Gürtel. Los populares no lo querían en el Consejo General del Poder Judicial.
Y el Gobierno entendió que ahí ya sí no podía ceder. Una cosa es que debatir sobre la idoneidad de un juez y otra cosa es que un partido condenado por un caso de corrupción vete al juez que le condenó; ¿qué mensaje se estaría mandando?
Estas son algunas de las condiciones, como ven cambiantes, que ha ido poniendo el PP, aunque hoy Cuca Gamarra diga que nunca han bloqueado nada. El PP no acompañará a un presidente que quiera controlar otro poder. Es curioso que en Génova utilicen esa expresión, la de controlar otro poder, porque fue precisamente el PP el que dejó por escrito un mensaje en el que se jactaban de que con el anterior reparto de los jueces ellos -los populares- iban a controlar desde atrás la sala segunda del Supremo.
Este mensaje se lo mandó el entonces portavoz del PP en el senado, Ignacio Cosidó, a todo su grupo parlamentario. Obviamente tardó dos minutos en filtrarse. Lo ponían por escrito: celebraban que iban a "controlar desde atrás" la sala segunda del Tribunal Supremo.
¿Qué es la sala segunda? Es la que toma las decisiones más delicadas, las penales. Es la sala a la que terminarán llegando con toda probabilidad las futuras sentencias de la Audiencia Nacional sobre casos que afectan al PP, como la Kitchen o los papeles de Bárcenas.
Esa era la sala que el PP se jactaba de que iba a controlar por detrás. Y así, llevamos con el Consejo General del Poder Judicial caducado desde hace dos años y medio, presidido por Carlos Lesmes, que en su día fue alto cargo del Gobierno de Aznar.
¿Es la primera vez que el CGPJ no se renueva a tiempo?
En 1995 gobernaba el PSOE, había que renovar el consejo, y si se renovaba cuando tocaba nacería de un parlamento de mayoría progresista. No se renovó a tiempo, se bloqueó hasta que ganó Aznar por mayoría. Ahí sí se renovó con una mayoría conservadora.
A los cinco años, 2001, cuando tocaba renovar, gobernaba el PP, el PSOE estaba en la oposición y se renovó. A los cinco años, 2006: gobernaba el PSOE, el PP estaba en la oposición y se volvió a bloquear la renovación. Dos años de bloqueo.
Hasta que a los dos años, 2008, volvió a ganar el PSOE y, a pesar de que la izquierda tenía el control del parlamento, se pactó con el PP un Consejo General de Poder Judicial equitativo con 9 vocales a propuesta del PSOE, 9 a propuesta del PP y un presidente muy conservador, que era Carlos Dívar. A los cinco años, 2013, Rajoy tenía mayoría absoluta. Se renueva el consejo, el PSOE asume esa renovación con una mayoría clara de los conservadores.
Y hasta hoy, ocho años después. Es bastante fácil seguir el patrón: cuando el PP en la oposición, renovación que se bloquea, prorrogando artificialmente una mayoría conservadora al frente del órgano de gobierno de los jueces.
El bloqueo del PP en el CGPJ... siempre que ellos no gobiernan: la explicación de Aimar Bretos
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