Elvira Lindo, sobre los anónimos que han recibido ella y su marido: "Te ponen la etiqueta y ya te odian"
La escritora Elvira Lindo y su marido Antonio Muñoz Molina han recibido cartas con amenazas tras firmar un manifiesto que pedía votos para la izquierda
Elvira Lindo: “Hay gente que nos llama bolivarianos y comunistas por decir que votamos al PSOE"
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Madrid
Desde hace mucho tiempo se ha instalado un clima de odio y de veneno ideológico. También se sabe que el discurso de odio se puede materializar por infinitas vías, que lo que empieza con palabras a veces pasa a los hechos…que un tweet puede provocar un altercado en la calle...o que una idea tóxica que se repite como un dogma puede conducir a una carta anónima llena de amenazas. Esto último le ha pasado a nuestra colaboradora, Elvira Lindo, y a su pareja, el escritor Antonio Muñoz Molina, que publicaba una columna en El País denunciándolo llamada "Prosa de infamia". Porque así son todas las amenazas anónimas: infames.
La primera carta les llegó directamente a su buzón de casa. Y ahí hay algo más que una simple carta guardada en un sobre. Hay un mensaje de "mira, sé dónde vivís y puedo llegar a vosotros". Lo primero que han hecho ha sido denunciarlo a la policía porque el hecho de que se haya reiterado
Sin embargo, se encuentran reconfortados por la ola de cariño, solidaridad y sensatez que les ha llegado: “Eso significa que hay mucha gente callada que es educada, que lee y piensa y no es precisamente la que más ruido hace”.
La etiqueta ideológica
La carta está directamente vinculada a las manifestaciones políticas que la colaboradora manifestó dando apoyo a la candidatura de izquierda de la Comunidad de Madrid. “Estas personas te han puesto una etiqueta y ya te odian. Creo que es algo muy razonable, legítimo y democrático decir que creo que mi ciudad estaría mejor gobernada por el arco de la izquierda”, ha denunciado la escritora.
No obstante, la radicalización ha hecho mella en el espectro ideológico: “Hay gente que nos llama bolivarianos y comunistas por decir que votamos al PSOE, cuando no es una opción radical”. El problema viene de ciertos medios; periódicos y radios que sirven como altavoces para los discursos de odio. La prosa del autor de la carta, tal como señalaba Muñoz Molina, se asemeja mucho a estos prescriptores.
El origen de este clima de odio
La guerra de Irak fue el origen de todo este caldo de cultivo. Los artistas fueron quienes pagaron principalmente por apoyar a uno de los bandos. En ese momento empezó una campaña de odio hacia las personas del espectáculo a los que consideraron inmediatamente “en el lado malo”. Y en ocasiones se olvida que detrás del nombre de la persona conocida hay una persona que realiza una vida normal: “Soy un ciudadano como otro cualquiera”. Las redes han deshumanizado a las personas que publican y el clima general se ha deteriorado tanto que las opciones democráticas se han visto criminalizadas por ciertos sectores.