Liam Neeson confronta su pasado en 'Una villa en la Toscana'
Esta película supone el debut en la dirección del actor británico James D'Arcy, que reconstruye en la ficción la tragedia familiar de los Neeson
Madrid
'Una Villa en la Toscana' trata la complicada relación entre un padre y un hijo, marcada por la muerte de un ser querido. Los dos tendrán que dejar de lado sus diferencias presentes durante años para reconstruir la casa familiar en la provincia italiana, y poder venderla. La casa, como metáfora de su relación, se va deshaciendo del polvo, las telarañas y va curando viejas heridas. Mientras, los cimientos entre el padre y el hijo también se van fortaleciendo, en un escenario de ensueño.
No es la primera vez que vemos en la pantalla la reparación de una casa como hilo conductor de una trama que, además, sirve como proceso de sanación para sus personajes, ya lo hizo Irwin Winkler con 'La casa de mi vida'. 'Una Villa en la Toscana' es una comedia sencilla, con tintes dramáticos que une en noventa y cuatro minutos muchos de los tópicos de la comedia romántica y no da pie al espectador a que termine de empatizar con los historias de sus protagonistas.
Esta cinta supone el debut en la dirección del actor británico James D’Arcy, que además se encarga también de un guion sencillo que no acaba de arrancar. Destaca eso sí, las actuaciones de sus protagonistas Liam Neeson, que interpreta a un excéntrico pero carismático pintor, y el actor Micheál Richardson: hijo en la vida real de Neeson, y también en la ficción.
Bajo esta trama amable se cuela la tragedia familar de los Neeson: Natasha Richardson, esposa de Liam y madre de Micheál murió en un accidente mientras esquiaba, dejando a sus dos dijos muy pequeños. Este hecho es también lo que da vida a la historia de James D'arcy. A pesar de que la película no es una gran apuesta, nos ha permitido viajar, aunque sea por unos minutos, por la maravillosa región de la Toscana.
Comenzamos en la capital de la Toscana. Allí, en el año ochenta y seis una jovencísima Helena Bonham Carter descubre el deseo, el amor y la sensualidad a través de una habitación con vistas, con vistas a Florencia.
Seguimos bajando hacia el sur. Probablemente la estampa más bella y típica de la Toscana sea la de un camino acompañado por largas hileras de cipreses, y al final, un pueblo amurallado sobre una colina. Una imagen idílica que podemos encontrar, por ejemplo, a través del valle d’Orcia.
Nuestra siguiente parada es Cortona, en la provincia de Arezzo. La bellísima región italiana atrapa por su belleza, sus vinos y gastronomía. Uno de los paisajes más apacibles que pudimos descubrir con la cinta 'Bajo el sol de la Toscana'.
Y muy cerquita de Pienza, en 1997 el director, Anthony Minghella, escogió el Monasterio de Sant’Anna in Camprena: un lugar de paz donde enmarcar una gran historia de amor con 'El Paciente Inglés'. No cabe duda que la Toscana es un escenario ideal para rodar las escenas más románticas de la gran pantalla: 'Cartas a Julieta', 'Belleza Robada', 'La vida es bella'...aunque no todo son romances; en sus parajes también hemos visto otras cintas como 'Gladiator', 'Hannibal' o 'Quantum of Solace'.
Lydia Payo
Redactora de informativos y de la parte digital de Radio Madrid. Presentadora del Podcast 'Todo es Empezar'...