Domingo González, hostelero gallego: "Se nos está cortando la libertad de poder trabajar"

Madrid

Desde hace unas horas no es obligatorio el certificado para acceder a los locales de hostelería ni en el ocio nocturno gallegos. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha tumbado el certificado COVID para acceder a la hostelería porque la Xunta no presentó la documentación necesaria. Galicia había sido pionera en España con esta medida. Ha venido a asomarse a ‘La Ventana’ Domingo González, propietario de tres locales en Viveiro en Lugo: Temple bar, Cervecería vikinga punto galego y Coctelería Ticki bar borabora.

Galicia es una comunidad que se encuentra al máximo de restricciones y los hosteleros han sufrido las consecuencias de estas medidas. El hostelero gallego se encuentra cauteloso ante la sentencia, puesto que la Xunta seguramente volverá a presentar los papeles necesarios, subsanando el error que han cometido y el que ha sido el causante de que se haya visto rechazado el certificado.

Discriminación entre comunidades

Desde el gremio hostelero se considera que ha habido una clara discriminación entre comunidades, ya que, a 5 minutos de ciertos restaurantes gallegos, en Asturias, no hay restricciones y pueden comer sin impedimentos. “Lo que es muy triste es que se nos esté cortando la libertad de poder trabajar” declaraba González, “se nos ha vuelto a estigmatizar […] una vez se nos está exigiendo al sector de la hostelería”.

Reacciones contrarias

Los clientes han acogido las medidas con reacciones muy distintas. Por un lado, han tenido algún momento desagradable, aunque han sido mínimo, sobre todo con comensales procedentes de los Estados Unidos que no entendían las medidas. Por otro lado, había clientes que sacaban la certificación en el móvil antes de pedirla, otros la traían plastificada e incluso algunos la exhibían bien visible en sus camisetas.

Un sector con pérdidas

Lo que más indigna al sector es que “somos los que más hemos luchado por una hostelería segura, somos los que más estamos invirtiendo en limpieza, en ampliar el personal para que desinfecten los locales... Estamos limpiando constantemente”. No logran comprender que se pida a los comensales el pasaporte COVID para entrar en el establecimiento, pero al mismo tiempo se reduzca el aforo.

Los locales de Domínguez acumulan pérdidas de un 30% que nunca van a recuperar: “no es cuestión de que reclamemos ayudas, porque ya sabemos que llegan tarde o no llegan. Estamos pidiendo que se nos deje trabajar con rigurosa normalidad. Es lo único que estamos exigiendo desde el sector de la hostelería” ha añadido el empresario.