Violencia vicaria: "La agresividad, impulsividad o inestabilidad emocional pueden indicar un riesgo alto"
En 'La Ventana' hablamos con Nuria Cordero, psicóloga forense y experta en violencia de género y violencia intrafamiliar sobre este tipo de violencia que busca infligir el máximo daño posible
Violencia vicaria: "La agresividad, impulsividad o inestabilidad emocional pueden indicar un riesgo alto"
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Madrid
Los Mossos d’Esquadra siguen investigando el asesinato de un niño de 2 años presuntamente a manos de su padre que permanece huido. De confirmarse este caso, estaríamos ante un nuevo episodio de violencia vicaria porque la madre, de quien se estaba separando, había denunciado que se había llevado al menor bajo amenazas. El padre le habría dicho literalmente: "te vas a enterar".
La violencia vicaria, la violencia instrumental que busca infligir un daño extremo, no responde a un perfil único de maltratador. Nuria Cordero, psicóloga forense y experta en violencia de género y violencia intrafamiliar, cuenta en en 'La Ventana' que pueden existir, sin embargo, "factores psicopatológicos que puedan influir, como personalidades límite, narcisistas". Existe una serie de indicadores como "inestabilidad emocional, fuerte dominación unida a creencias arraigadas, impulsividad, agresividad, alta conflictividad consigo mío, esos son indicadores que nos van a mostrar que hay un riesgo elevado y un peligro", apunta.
El objetivo de estos maltratadores es "condenar de por vida. El maltrato puede ser puntual, pero en este caso la venganza busca un sufrimiento de por vida". Para evitarlo, opina Cordero, es necesario un fuerte trabajo de prevención, "actualmente tenemos un sistema de protocolos en el que se está intentando incluir las amenazas que ha habido hacia menores, no solamente para la mujer, también los menores. Con esto podríamos evitar muchos casos porque al contemplar el riesgo del menor se podrían tomar muchas medidas". Pero esa prevención debería de iniciarse a edades muy tempranas, "se ha de hacer un trabajo importante de psicoeducación", concluye Nuria Cordero.