Nuria Oliver: "Seamos conscientes de hasta qué punto la inteligencia artificial modula nuestras decisiones"

Madrid

El mundo que viene es tan incierto como apasionante. Todo lo que nos rodea está en constante movimiento y los cambios van cada vez más rápido. Los avances científicos y tecnológicos, van marcando el ritmo en prácticamente todos los campos: el trabajo, la educación, la salud, la industria. Tan rápido que da hasta miedo. Asusta porque, entre otras cosas, la mayor parte de las personas desconocen hasta dónde llegan esos cambios y cómo les pueden afectar. Sin embargo, algunas personas se dedican precisamente a eso, a construir ese futuro, a hacerlo cada vez más presente y acercarlo al conocimiento del común de las personas. Una de esas personas es Nuria Oliver, experta en Inteligencia Artificial y directora científica de la Universidad Ellis de Alicante y con ella hablamos en Hora 25.

Lo primero de todo es plantearnos si una máquina es capaz de pensar por sí misma, de ser suficientemente autónoma o si todavía aplican aquello para lo que han sido programadas por los humanos. "Existe mucha inteligencia no biológica con los que interaccionamos día a día, todos estos sistemas tienen lo que se conoce como IA específica, son muy buenos haciendo una tarea, pero solamente esa tarea. Por ejemplo, el mejor jugador de ajedrez del mundo hace tiempo que es un ordenador, pero ni siquiera sabe lo que es el ajedrez", explica la científica, a lo que añade que "estamos lejos de tener inteligencia artificial general, pero no la necesitamos para que la inteligencia artificial esté presente y esté cambiando nuestra sociedad". 

Sobre el aumento progresivo de la inteligencia artificial, la experta asegura que "las técnicas de la IA detrás de la gran revolución en la que estamos inmersos están basadas en el aprendizaje automático a partir de datos, son algoritmos que pueden ir aprendiendo conforme van teniendo más datos y van mejorando sus modelos (...) Podemos programar que los datos los vaya captando de manera automática y hay técnicas que permiten que los sistemas se mejoren a sí mismos". Lo cierto es que la convivencia de los seres humanos con aparatos inteligentes es inseparable, desde la aplicación de filtros en Instagram hasta la búsqueda en internet, "realmente la pregunta es dónde no está la inteligencia artificial". 

¿Qué cosas no existirán dentro de 40 años?

"Es importante trasladar un mensaje de empoderamiento a la ciudadanía. Es inevitable el desarrollo tecnológico, tenemos que invertir en que aquello que queremos que desaparezca lo haga y aquello que queramos conservar también (...) Las energías renovables dependen de tener buenas predicciones climáticas, estas predicciones se obtienen con inteligencia artificial", señala Oliver. Sobre aquellos ejemplos de tecnologías con autonomía que ya están o que probablemente estén en el futuro, véase las interfaces entre cerebro-máquina, la científica asegura que "ya es una realidad". "Hay un movimiento entero cuyo objetivo es aumentar el cuerpo humano con elementos computacionales, el aspecto que más me fascina es el médico, el de ayudar a personas que por cualquier circunstancia han perdido alguna capacidad y puedan ser activos participantes de la sociedad", afirma.

"Los algoritmos no replican la manera de actuar del cerebro, intentan replicar competencias de los seres humanos (...) La aspiración de tener un 'coach' en la cabeza es bonita, pero la implementación es muy compleja porque los seres humanos somos muy complejos. Todos sabemos lo que queremos cambiar, pero es muy difícil hacerlo", asegura la experta.

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