Jessica Chastain y Oscar Isaac, una pareja con química para revivir los 'Secretos de un matrimono' de Bergman
Los actores protagonizan esta actualización de la obra de Bergman que firma el creador de 'En terapia' y 'The Affair'. Tras su presentación en Venecia, HBO estrenará la miniserie el próximo 13 de septiembre
Venecia
Si hay un autor al que Hollywood ha temido adaptar ese ha sido Ingmar Bergman. El legado del director sueco es rastreable en multitud de obras contemporáneas. Sirvan de ejemplo títulos de los últimos años, como ‘Hiistoria de un matrimonio’, de Noah Baumbach, o dos producciones surgidas de las necesidades del confinamiento, como la gritona ‘Malcom y Marie’ y la tercera temporada temporada de ‘Master of none’. Ahora HBO da el paso de adaptar directamente ‘Secretos de un matrimonio’, la miniserie de los años 70 que luego tuvo versión cinematográfica. Una radiografía magistral del matrimonio burgués.
El israelí Hagai Levi es el responsable de esta actualización con Oscar Isaac y Jessica Chastain de protagonistas, cuyos primeros capítulos se han presentado en el Festival de Venecia y la plataforma estrenará el 13 de septiembre. El creador israelí, autor de títulos como ‘En terapia’ y la laberíntica y culebronesca ‘The affair’, firma los nuevos guiones y dirige los cinco capítulos -la original contaba con seis- de este drama conyugal y existencial. La serie conserva la teatralidad (tanto que al inicio de cada episodio muestra a los protagonistas entrando al set, rodeados de técnicos con mascarilla), los principales rasgos de estilo y el arco argumental. La historia de un matrimonio casado durante 10 años y con dos hijas -en la nueva, solo una- que afronta del desmoronamiento del universo creado juntos, no de sus lazos.
Si Bergman iniciaba su ‘Secretos de un matrimonio’ con una entrevista a la pareja sobre cómo construir un matrimonio de éxito, en 2021 responden a un estudio de género sobre matrimonios monógamos, algo hay casi excéntrico. En la revisión de Levi, se invierten los roles. Ella es la proveedora de la familia, una alta ejecutiva ausente por trabajo y sin demasiado instinto maternal, él es un profesor de filosofía que se encarga del hogar y de la hija. Con este modelo, aseguran, el matrimonio tiene más posibilidades de triunfar. "Durante años pensé que hacer una adaptación no tenía sentido, pero la idea de invertir los roles me hizo ver que tenía un ángulo nuevo y era un experimento de género muy interesante”, explica el creador.
Cincuenta años después, la ficción que se cuestionaba el matrimonio como institución social y religiosa, ahora lo hace como empresa capitalista. Al genio sueco, cuyo hijo Daniel figura de productor ejecutivo en la serie, le obsesionaba esta idea por su profunda fe. "Hoy el matrimonio ya no es una institución, ha sido tan atacado que en todo caso sentía que debía tender a lo contrario, subrayar que una separación también es algo muy traumático”, apunta Levi. Para Chastain lo más interesante ha sido el experimento de género y la exploración de lo que significa ser mujer y madre hoy "en términos de salario, de quién sustenta la familia o la relación con el sexo", muy diferentes a la época de la original.
En la aparente siempre moderna Suecia, Bergman planteó temas controvertidos para los años 70, como el aborto, el feminismo, los divorcios… Hoy no forman parte del debate, pero sí son catalizador para los extenuantes intercambios dialécticos entre la pareja. Catalizador y excusa porque, como en la original, Jessica Chastain y Oscar Isaac se enfrentan a conceptos más intangibles y espirituales, como la culpa, el miedo, el perdón, la traición y el amor como motor vital. Discusiones y tibias reconciliaciones con las que recorren su confortable adosado, espacio de intimidad donde se desarrolla prácticamente toda la historia.
En la puesta en escena, Levi muestra mayor distancia o frialdad. Recurre a los clásicos primeros y primerísimos planos de Bergman, pero abre con mayor aire las largas sesiones en las que pasan del cariño a los reproches. Otros elementos modernos se incorporan como distorsión, ya sean los móviles o el consumo de porno, pero la base de la serie sigue siendo la química entre los actores. "Ha sido una bendición en el sentido de que hay una confianza inmediata y sabes que puedes ser completamente honesto, pero también es complicado porque a veces necesitabas un descanso, nosotros estamos todo el rato leyéndonos la mente y era como 'sal de mi cabeza ya”, admite Chastain, quien le une una amistad con Oscar Isaac desde la universidad y han trabajado en varios proyectos. "Es genial no tener las preocupaciones habituales cuando vas a hacer un trabajo tan íntimo pero por otro lado es muy intenso y te preocupas tanto constantemente por el otro que es difícil tener tu espacio”, concluye el actor.
José M. Romero
Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...