Patricia Boya, investigadora del CSIC: "Con recursos se consiguen avances científicos de forma rapidísima"
Los multimillonarios Yuri Milner y Jeff Bezos quieren descubrir cómo parar el envejecimiento
Patricia Boya, investigadora del CSIC: "Con recursos se consiguen avances científicos de forma rapidísima"
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Madrid
Los multimillonarios Yuri Milner y Jeff Bezos acaban de embarcarse en un nuevo proyecto. Van a financiar una nueva empresa que se llama Altos Labs, que recluta a prestigiosos investigadores de todo el mundo para buscar terapias y tecnologías antienvejecimiento. Digamos que buscan el remedio de la eterna juventud, y para ello, han fichado a nombres como el Nobel de Medicina Shinya Yamanaka, que descubrió una técnica para 'rebobinar' células adultas hasta el estado de las células de un embrión, o dos investigadores españoles expertos en reprogramación celular.
Pero ¿esto es realmente posible? En unos 20 o 30 años, como afirma el artículo de El País, ¿podríamos acceder a técnicas de rejuvenecimiento? La entrevista en ‘La Ventana’ a la investigadora del CSIC, Patricia Boya, responsable del laboratorio de autofagia en el Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas, busca resolver estas preguntas.
Lo primero es explicar qué es la autofagia: un sistema que tienen todas nuestras células que permite eliminar los componentes dañados. Según ha explicado la investigadora: “Todas las células generan componentes alterados y la autofagia permite eliminarlos, degradarlos y reciclarlos.”
Este proceso puede ser beneficioso y el ayuno ha demostrado ser uno de los mecanismos más clásicos para inducir estos procesos: “Cuando una célula no tiene nutrientes porque hay ayuno, activa el proceso de autofagia y entonces aumenta el proceso de limpieza celular”.
El CSIC está trabajando con animales deficientes del proceso de autofagia, y han demostrado que tienen un envejecimiento acelerado, por lo que, desde otra perspectiva, se podría conseguir el efecto contrario.
Existe un ejemplo reciente clarísimo de que “cuando se invierte dinero, hay ganas y un objetivo común, se consiguen avances científicos de forma rapidísima”. La vacuna lo ha dejado bien claro. “Si pusiésemos suficientes recursos, suficiente energía en intentar entender los mecanismos básicos de envejecimiento, ¿por qué no podríamos en 20 años poder manipular este proceso?
Como pasa con todos los tratamientos, en el caso de conseguir que funcionara, sería un poco caro al principio ya que “hay que amortizar todo el dinero que se ha invertido en investigación para llegar a esos hallazgos”. Aunque Boya confía en la buena voluntad para que sean baratos.
Sin embargo, el rejuvenecimiento es un proceso diferente y sería como volver atrás en el tiempo. Se ha demostrado que es posible cambiando el procedimiento genético de la célula: “yo creo que son dos cosas distintas, que se podrían realizar a la vez”.
