El infierno de Esther para abortar en un hospital público de Madrid: "No nos dieron ninguna opción"
Esther se ha puesto en contacto con la Cadena SER para contarnos otro caso en el que se negó un aborto en un hospital público de Madrid, pese al riesgo que suponía el parto tanto para el bebé como para ella
Los médicos diagnosticaron al feto espina bífida, con unas posibilidades de supervivencia muy bajas, pero le negaron el derecho al aborto y la derivaron a las clínicas privadas que podían hacerlo
El infierno de Esther para abortar en un hospital público de Madrid: "No nos dieron ninguna opción"
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Madrid
Esther se ha puesto en contacto hoy con esta casa, con la Cadena SER, después de escuchar esta mañana el testimonio de una mujer a la que le impidieron abortar en el hospital clínico San Carlos de Madrid, porque allí no se practican abortos si hay latido fetal. En la práctica, la objeción de conciencia colectiva puede ser una práctica ilegal si se le está negando el derecho al aborto en la sanidad pública a una mujer. La enviaron a una clínica privada de Madrid. El infierno de Esther empezó en la semana veinte de embarazo y ahora nos cuenta su historia en Hora 25 con Aimar Bretos.
La historia de Esther
Era mi segundo embarazo. Tengo una hija mayor. Durante el embarazo de mi segundo hijo fuimos a una ecografía y esperábamos salir con el sexo del bebé, entramos allí y lo que encontramos fue un diagnóstico de una espina bífida, muy grave, de mi hijo. Te cae como un jarro de agua fría y todo lo que viene a continuación es como una película de miedo.
Mi hospital público de referencia es el Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes. Lo primero que hace la doctora que nos atiende es explicarnos lo que le sucede a nuestro hijo. Nos dice que él está muy mal, que lo que tenía era muy grave. Nos comenta que hay un hospital en Barcelona que de forma experimental se hacían operaciones de espina bífida intrautero pero no sabía si el caso de mi hijo era operable. Nos dijeron que podíamos seguir con el embarazo con los riesgos que existen y también interrumpir el embarazo de forma legal. Yo siempre entendí que iba a ser tratada en el circuito público.
Nos citan para hacer una miocentesis y ver a posteriori qué había sucedido. Nos dijeron que habían hablado con Barcelona y que no era posible operar. Esa noche en vela decidimos no continuar con el embarazo por las condiciones de vida que iba a tener mi hijo y también el mayor. Nos dijeron que necesitábamos una segunda firma de otro obstetra, con ese informe tenía que bajar a la Seguridad Social porque ellos no hacían allí la interrupción del embarazo. En ese hospital no iban a practicar el aborto, en mi caso era un parto, provocarme un parto por lo avanzado del feto. Me enviaron a la Consejería de la Comunidad de Madrid deprisa, porque yo quería hacerlo cuanto antes. Me mandaron a la calle Sagasta, llegué y tuve que contar lo que pasaba por tercera vez a otra persona. Que si quería hacerlo cuanto antes tenía tres clínicas como opción. En ningún momento se me dio ninguna otra información, así que entendí que no había hospital donde hacerlo. Por ejemplo luego tuve otro hijo en el hospital de Torrejón y me dijeron que ahí sí que me lo habrían hecho. Cada vez somos más mujeres.