Mayores de 55 años: expulsados del mercado laboral

Madrid

"El porcentaje de personas de población ocupada en edades por debajo de 55 años, España está razonablemente bien, pero es justo a partir de 55 años, las edades senior, donde despuntamos, y tenemos tasas de ocupación sensiblemente más bajas que los países de nuestro entorno y de las más bajas de Europa". Así se ha expresado esta mañana el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en la presentación del Mapa de Talento Senior 2021 del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, dejando patente uno de los principales problemas que tiene el mercado laboral español: cuando los trabajadores comienzan a acercarse a los 55 años empiezan a encontrarse con un muro que les impide continuar su carrera laboral y les lleva al paro, a emprender como única vía para seguir consiguiendo ingresos o incluso a abandonar el mercado de trabajo.

De hecho, a partir de los 60 años, menos de la mitad de la población trabaja: es concretamente, un 43% de los españoles de entre 60 y 64 años los que trabajan, y en el siguiente tramo de edad, entre los 64 y los 68 años, ese porcentaje baja hasta el 8%. Y es que, aunque los senior -los mayores de 55 años- suponen un tercio de la población, solo uno de cada cinco tiene un empleo. Desde 2008, la tasa de paro entre ese colectivo se ha triplicado, y hoy son más de medio millón de personas mayores de 55 años las que están en situación de desempleo. Siendo además, la mitad de ellos parados de larga duración.

Una realidad que choca con la intención del Gobierno de alargar la carrera laboral de los españoles, con reformas que desincentiven el retiro antes de la edad de jubilación y que incentiven lo contrario, que se siga trabajando más allá del momento en el que la ley permite acceder a una pensión. Un camino -el que marca ahora el Ejecutivo- para el que los autores de este informe reclaman el apoyo de las Administraciones Públicas, pero en el que también subrayan la necesidad de un cambio de mentalidad no solo entre los empresarios, si no también entre los trabajadores.

"Hay un efecto de expulsión promovido, claramente, por los ajustes de costes a los que se ven abocadas las empresas, lo que no se valora es que junto con estos senior que salen de las plantillas, a menudo se va mucho conocimiento y experiencia. Esta mañana, en la presentación de este estudio se abogaba por innovar en estos procesos de ajuste, en buscar otras vías que permitan retener el talento senior y ajustar costes al mismo tiempo, por ejemplo, estableciendo jornadas más reducidas para estos senior. Algunos senior, quizá diría que bastantes, quieren o necesitan poner fin a su actividad, pero también hay un sesgo cultural que hace que muchos trabajadores interioricen que, cumplida cierta edad, toca la retirada sí o sí. Y nosotros pensamos que hay que cambiar esa percepción, que hay que desterrar el edadismo y proclamar la evidencia de que, si uno se mantiene activo y participativo, mejora su autoestima" defiende en Hora 25 de los Negocios Juan Fernández Palacios, uno de los autores del informe y director del centro Ageingnomics de Fundación Mapfre