Embarazos en adolescentes: "En Colombia se han incrementado en un 22% en menores de 14 años tras la pandemia"

Madrid

Colombia es la segunda región después del África Subsahariana donde más se han disparado los embarazos en adolescentes, y como asegura en 'La Ventana' Catalina Escobar, presidenta y fundadora de la Fundación Juanfe, después de la corrupción es lo que más empobrece a América Latina. De hecho, tras la pandemia, se ha incrementado hasta en un 22% los embarazos en menores de 14 años.

Pero esto se trata de un fenómeno que viene de hace muchos años, y es más notable en las zonas rurales del país. "Es muy triste, viene de generación en generación, y se repite. Una joven que se queda embarazada es porque a su madre y su abuela les ha pasado", explica Escobar, que alerta de que esta situación perjudica gravemente a las mujeres, al sumirlas en una espiral de pobreza y de pérdida de oportunidades.

Tanto es así que, según explica, una joven en Colombia que es pobre y queda embarazada por debajo de los 15 años tiene una probabilidad del 86% de tener hasta 3 hijos antes de los 20 años. La presidenta de Juanfre decidió crear la Fundación a raíz de conocer esta realidad a través de la historia de una joven que tuvo que ver a su bebé de pocos meses morir porque no tenía 30 euros para poder ir al médico.

Embarazos no deseados y abusos sexuales derivan en pensamientos suicidas

Es más, como cuenta, existe desde el Gobierno un subsidio para las mujeres pobres que quedan embarazadas, y "es muy perverso. Cuando una mujer es pobre, esa madre acelera el proceso para que su hija se embarace a los 12 años y coger el subsidio". Esto, unido al tabú que sigue suponiendo tratar la educación y la prevención sexual en las escuelas y la falta de ayuda provoca una situación todavía más crítica: la ideación o el intento suicida en esas jóvenes que quedan embarazadas. Escobar explica que hasta el 85% de las mujeres que han pasado por la Fundación han tenido estos pensamientos, y hasta dos menores se llegaron a quitar la vida durante la pandemia.

A esa situación llegan sobre todo aquellas jóvenes que, como comenta la fundadora, han sido víctimas de abusos sexuales (en la mayoría de casos) o de consumo de sustancias. "Con 20 años llegan a la Juanfe ya destrozadas, sin alma", destaca. Sin embargo, muchas de ellas tienen muchas ganas también de superarse así mismas y ha relatado la historia de Dina, una niña que fue abusada sexualmente por su padrastro durante 8 años, y que llegó a la Fundación tras varios intentos suicidas. Su madre, víctima también de toda esta espiral de pobreza y falta de educación, como explica Escobar, la acusó de mentirosa al contarle lo que sucedía y la echó de casa. Dina entró en Juanfe y consiguió estudiar derecho y encontrar trabajo, ahora, se quiere especializar en la defensa de las víctimas de abusos sexuales como le ocurrió a ella.

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Así ayudan en la fundación

Hasta 245.000 personas han pasado durante estos años por la Fundación que preside Escobar, no solo adolescentes embarazadas sino también otras personas que se encuentran en riesgo de exclusión. Pero es con esta problemática con la que más se encuentran. "Lo primero que le enseñamos cuando llegan es que son mujeres capaces de afrontar una vida de manera diferente", asegura. 

Normalmente, las chicas que llegan embarazadas, suele ser de su primer bebé, duran dos años en Juanfe. Allí durante una primera etapa se encargan de ayudarse de manera psicológica, con talleres y terapias psicosociales, después las forman en los ámbitos que más demanda la ciudad de terreno laboral, y finalmente se las introduce en un oficio. "Hoy somos el principal proveedor de mano de obra cualificada femenina de toda la ciudad", destaca, pero denuncia que sin políticas públicas y educación sexual, no será suficiente para acabar con este grave problema.