El Oviedo impide el liderato del Sporting, que sufrió para salvar su honor en el derbi

El Real Oviedo y el Sporting de Gijón empataron 1-1 en el estadio Carlos Tartiere. Lucas Ahijado y Uros Durdevic pusieron los goles en un intenso derbi marcado por la vuelta del público.

Con un Carlos Tartiere hasta la bandera, con el 'Volveremos' de Melendi cantado por las miles de almas carbayonas con más ganas que nunca de vivir de nuevo un derbi desde el campo, comenzó un partido intenso como pocos, un derbi muy especial para el fútbol español, el duelo por levantar la bandera, roja o azul, en tierras asturianas.

Y el Oviedo respondió. En volandas y con una idea de partido muy clara bajo la mente meticulosa del Cuco Ziganda, lograron el gol decisivo en un contragolpe en el minuto 29 de partido. Fue Lucas Ahijado, el lateral derecho del conjunto ovetense, canterano con media vida en la academia del Oviedo, una historia perfecta para un partido que se mueve por pasión y sentimiento.

"No todos los que lo sueñan lo logran", declaró Ahijado cuando le hicieron ficha en el primer equipo. Un ovetense, de la cantera del Oviedo y que marca en un derbi ante los acérrimos rivales de Gijón. Puede que no haya un sueño mayor que ese para alguien de la casa.

Por su parte, el Sporting demostró hasta el último tramo de partido que para el conjunto rojiblanco este era un partido más con el liderato en la cabeza, que por la pasión que debe mover este tipo de partidos. Pero el click que necesitaban llegó a través del 'policía que nunca duerme', del killer serbio, del sucesor del mítico Mate Bilic, de Djuka, que se besó el escudo después de igualar un partido en el que los suyos estaban condenados.