Educar en resolución de conflictos con dos "policías de aula", una estrategia de la profesora del año
Las clases de Alicia Tojeiro, profesora del año, no sólo tratan los contenidos que aparecen en los libros de texto. En sus aulas hay dos policías voluntarios que median en conflictos antes que ella. Se ha asomado a La Ventana para explicar su método y cómo lidiar con los conflictos en el aula
La Ventana a las 16H | Educar en resolución de conflictos con dos "policías de aula"
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Madrid
Las clases de Alicia Tojeiro, profesora de niños de sexto de primaria, no sólo tratan los contenidos que aparecen en los libros de texto. En sus aulas hay dos policías voluntarios que median en conflictos antes que ella. También hay un ‘doctor corazón’, y una buena acción puede ser recompensada con una pista durante un examen.
Estos métodos tan poco convencionales le ganaron el premio a mejor profesora el año pasado, una decisión polémica que llevó a Isaías Lafuente a preguntarse: “¿Solo pueden sacar un 10 las buenas personas?”
Tojeiro se ha asomado a La Ventana para hablar de sus 21 años de carrera, gracias a los cuales ha concluido que “a mí no me vale un alumno que sabe y luego le da una patada al otro a la salida, o que sabe muy bien lo que es un mamífero y luego a la salida de repente le pega una patada a un perro, esto no me sirve”.
Los lexemas y morfemas son necesarios, naturalmente, pero Tojeiro destaca la importancia de que los alumnos trabajen sus emociones y la empatía: “No sólo se trata de saber, que es importante y hay que saber, sino también se trata de ayudarles a ser buenas personas, es decir, a ser solidarios, a respetar”.
También a trabajar en equipo, a lo que asegura ya están acostumbrados: “Como equipo nadie tiene todo, tenemos una parte cada uno. Lo importante es que vean que hay distintos talentos, que son distintos y que cada uno puede aportar una parte”.
Cada alumno, explica, es diferente. Algunos son muy buenos en matemáticas, otros en las artes y otros en literatura. Tojeiro recuerda a sus pupilos que “todos somos importantes, también hay niños que proponen más cosas, otros son más callados”, y la tarea recae en “ofertar desde la escuela distintos momentos para que todos puedan tener esa visibilidad”.
Ser buena persona para sacar un diez
La profesora también ha aprovechado para responder a Isaías sobre si, como se preguntaba durante su sección ‘La Polémica del Día’, sólo las buenas personas pueden sacar un 10 en sus clases.
Tojeiro aclara que “el currículum nuestro de primaria, y por supuesto el de toda España, lo que defiende es un desarrollo integral”. El decreto de enseñanza, explica, tiene como primer objetivo en primaria “conocer y apreciar los valores y las normas de convivencia y aprender a obrar de acuerdo a ellas, desenvolver hábitos de trabajo individual, hábitos de trabajo en equipo y resolución pacífica de conflictos”. Por lo tanto, concluye la profesora, “no puede ser un 10 si no tiene todas estas partes”.
¿Policías en el aula?
Uno de los puntos que más llamó la atención de los métodos de Tojeiro fue la decisión de tener a dos ‘policías’, dos alumnos que median en los conflictos para intentar buscar soluciones antes de acudir a los tutores, llegando incluso a diseñar para ello un espacio denominado ‘comisaría del aula’ dentro de la propia clase.
“Los proyectos y las ideas”, justifica la profesora, “muchas veces nacen dentro de un aula, y tienen sentido y son útiles dentro de ese aula. A lo mejor en otro sitio, si lo quieres copiar y pegar, eso no encaja para nada”.
Sobre el polémico término, “no es más que el nombre que se le puede dar a un sitio donde los alumnos van a mediar los conflictos”, una estrategia que lleva años desarrollando con este grupo: “En mi aula esto nació en tercero y ya estamos en sexto, se va trabajando con ellos”.
La resolución de conflictos, clave en la escuela
La profesora gallega destaca la importancia de enseñar a mediar en los conflictos que, explica a sus alumnos, “nacen en las aulas y nacen en cualquier grupo de convivencia”. Y es que el conflicto “es algo de lo más natural, lo importante es resolverlo, y la única manera de resolverlo es la comunicación”.
“Si no hablamos, y en las escuelas se habla bastante poco”, continúa, “eso va germinando y va haciendo una bola, la bola se hace cada vez más grande y entonces al final explota y tenemos lo que se llama acoso escolar”.
Para ella el papel de un maestro incluye “servir tú de modelo para ver cómo resolver un conflicto, buscar un enfoque en soluciones. La idea es ayudarles a resolver conflictos, a que sepan que la pelea, la discusión, la agresividad física no lleva a nada”. Una lección, espera, que aprenderán en el colegio para en el futuro construir una sociedad mejor, más empática y más solidaria.
Paula García
Redactora en prácticas en La Ventana desde 2021. Previamente en la Agencia Efe en Madrid y Berlín, Alemania....