Marta Nieto: "Va todo tan rápido y nos enseñan tan poco a mirar dentro que es muy fácil ir desincronizados"
La actriz protagoniza 'Tres', la original película de Juanjo Giménez sobre una mujer que empieza a escuchar y vivir con un retardo de sonido. Además, acaba de rodar su primer corto y escribe su primer largometraje
Madrid
De toda la nueva generación de actrices del cine español, Marta Nieto es quizá una de las que más aura de tranquilidad tiene a su alrededor. Quizá por su afición al yoga, por su tono de voz, o por la manera en la que ha ido acompañando las películas en las que ha trabajado y dosificando sus trabajos. En Madre, primero corto y luego largo, de Sorogoyen, tenía uno de esos personajes difíciles, lleno de tristeza y dolor, que le dio un premio a mejor interpretación en Venecia. Hay algo de estar fuera del espacio y tiempo que tenía ese personaje de Madre y que mantiene -a pesar de las diferencias- el personaje de Tres, la película de Juanjo Giménez que protagoniza.
¿Cómo has preparado este papel tan complicado en lo técnico y también con un fuerte viaje emocional?
Al principio me agobió un poco, porque no tenía ni referentes propios ni de otras ficciones parecidas. Lo sentía como algo muy difícil que que tenía que imaginar. Es verdad que partía de algo muy físico, del no poder oír cuando son los sentidos los que te conectan con el mundo. En este caso además su pasión es el sonido, cuando de repente se te corta, pues te aíslas. Partiendo de ese aislamiento y de esa locura que empieza a sentir que tiene, en ese lugar denso y farragoso hay mucha creatividad y ahí me metí.
¿En el rodaje había partes abiertas a la improvisación, en coordinación con el técnico de sonido?
Hicimos pruebas de no escuchar, él me hizo algunas escenas en directo, pero tenía mucho que ver con la imaginación y el mundo interno de ella, que es muy particular y muy raro. Es verdad que funcionaba mucho estando yo en un lugar que nadie más sabía que estaba.
En la radio empatizamos con tu personaje porque sabemos lo que es el retardo, ¿cómo se trabaja eso en rodaje?
Probamos a veces a ir con los oídos tapados, lo que pasa que no era una mujer sorda, es una mujer que oye con delay y dependiendo de las tomas eran unos segundos o unos minutos. Las películas se hacen muy cuarteadas, este plan de rodaje estaba especialmente fragmentado, entonces para mí la línea emocional de continuidad era lo más importante. Y nadie más podía estar en eso. Había mucho de imaginación y de mundo interno. Es verdad que Juanjo quería rodar, parar, escuchar, incluso parar unos días, ver en postproducción si funcionaba… Pero claro, no siempre las películas se pueden hacer como uno quiere.
Es un personaje, una mujer completamente volcada en el trabajo que de repente se siente desincronizada, ¿todos nos hemos sentido un poco así y más ahora después de la pandemia?
Totalmente. La película tiene muchas capas y una de ellas es esa Habla metafóricamente de una mujer que no está en su centro. Y al negarlo, al no asumir que no está sincronizada con su entorno a todos los niveles, el más radical es el del sonido, entra en crisis. Pero como pasa en la vida, cuando no tienes más remedio que hartarte de sufrir y ya no puedes más, empiezas a usarlo a tu favor. Pasa por la aceptación y se convierte en su arma. Es esto de que lo que más detestas o no quieres aceptar, se convierte en un regalo cuando lo transitas. Es un poco la metáfora a nivel elevado de la peli.
¿Como sociedad estamos desincronizados?
Absolutamente, los ritmos internos y externos. Entiendo que tiene que haber un equilibrio entre como uno está, como se siente, lo que necesita, y lo que pasa fuera. Va todo tan rápido fuera y nos enseñan tan poco a mirar dentro que es muy fácil ir desacompasados en la vida, en las relaciones, en cómo comes, hablas, trabajas… Por eso luego enfermas o entras en unas crisis que no sabes por dónde viene. Hay algo que obliga a mirar las cosas de frente, ser valiente o estar harto de sufrir, para aceptar y entrar en otra fase.
La película te va llevando por géneros. Suspense o terror, fantasía, comedia romántica, un drama muy intimista… ¿cómo es realizar todo ese viaje como actriz?
La verdad es que no era muy consciente. El universo de Juanjo Giménez es muy particular. Escuché que hacía un pitch de esta película y le ‘perseguí’, le mandé mails para hacer una prueba. Es muy raro encontrar una buena idea así, ta original y excepcional. Entonces yo confiaba totalmente en ese universo tan particular que ha parido esa idea. No sabía cómo lo iba a llevar, solo tenía claro que tenía que estar muy concentrada en un asunto que era muy complejo, con muchas cosas oscuras, por ejemplo la locura está muy presente y los miedos propios. Él ha hecho este mosaico de géneros con un tempo muy particular del que tampoco era consciente. Ha habido una sinergia muy bonita porque ha habido confianza mutua. Y de eso sale esta película rara, muy especial y muy original.
¿De lo que recordabas de rodaje a lo que has visto en pantalla cuál ha sido la reacción? Hay una orfebrería del sonido, una composición de los espacios…
Ha creado una partitura distinta a la que tenía en el guion porque era muy difícil de entender en escrito. Esta cosa de delay como antagonista no se entendía a veces, ni el equipo ni yo, era un poco como pensar todo el rato qué estamos haciendo. Todos pensábamos que cuando lo pusiera en pie iba a ser más fácil de seguir y efectivamente. Hay muchas escenas que rodamos que no están, yo iba con mucho miedo al pase, a ver qué hecho, no tenía ni idea. Me tiré en plancha y él ha conseguido hacer algo que funciona, que te atrapa, que el protagonista es el delay y vamos todos con eso.
El villano
Eso es. Pero es fruto del montaje y de esa cosa de orfebre y de tiempos internos que ha conseguido sacar, los géneros que mezcla. Es una cosa muy bonita
¿Cómo ha sido la experiencia de rodar tu primer corto?
Ha sido muy especial. Como siempre, ha faltado tiempo, eso siempre pasa en los rodajes. Pero tuve un equipo maravilloso de mujeres poderosas que me han ayudado mucho con sus saberes y criterios. Estoy en fase de montaje y creo que puedo tener algo que me gusta, lo cual ya está muy bien, pero hay que dedicarle tiempo. El montaje es otro proceso creativo en paralelo que no tiene nada que ver con el de escritura y rodaje y estoy aprendiendo ahora, qué pasa si metemos la música, si vamos más lento… Ya os contaré.
¿Y el proyecto de largometraje cómo va? Estás en fase de escritura
Tengo muchas ganas de estar precisa en la idea. Estoy con una tercera versión y creo que para finales de año, con María Zamora, vamos a tener algo para buscar financiación, estamos en ello también. Yo querría rodarla pronto, es un asunto que me apasiona, la tengo habitada, la vivo, la veo, hablo de ella todo el tiempo, pero hay que hacerla.
Es una película, corrígeme si no es así, de un niño trans, ¿cómo llevas escribir en paralelo a un tema tan de actualidad?
No es lo importante en mi peli, pero está bien porque en todo el proceso de documentación he conocido a muchas familias que necesitan ser visibilizadas, apoyadas y que la ley les ampare. En el caso de mi peli, es desde el punto de vista de la madre, es un tránsito que tiene que ver con la maternidad también, con la identidad de los individuos que la forman, el niño trans y ella, pero es una peli que tiene que ver con un despertar y el asunto trans, que es fascinante y riquísimo, es algo sobre lo que no tengo respuestas. Solo me quiero acercar y convivir con eso desde el punto de vista de una madre. Qué hago con este niño que quiero que sea feliz, qué tengo que entender y cómo lo hago. Es lo que me pregunto y lo que quiero explorar.
¿En qué momento sientes que estás? Tras el largo camino con ‘Madre’, varias proyectos muy distintos, ahora dirigir y escribir… Ya sabemos que es horrible eso de preguntar por la carrera porque un actor o actriz difícilmente la puede controlar
Total. Me siento muy afortunada y disfrutando de esta nueva etapa en la que me siento más capaz de hacer cosas que antes no. Hay algo de esta cosa de dirigir y escribir que tiene que ver con conquistarme, con ocupar un espacio, de ser valiente y no tener miedo a equivocarme, también con los papeles que hago. Ahora estoy trabajando en una película en Francia haciendo de una cubana en francés. Me encanta porque estoy encontrando un lugar de libertad creativa sin tanto miedo a lo que van a decir, a lo que van a opinar, que me hace sentir el cambio que quiero ver. La igualdad pasa por atreverse a ocupar el espacio.
*Esta entrevista fue realizada en septiembre de 2021 durante el Festival de Venecia, marco de presentación internacional de la película