Anya Taylor-Joy y su advertencia sobre la nostalgia: ''Es importante no mirar al pasado"
La actriz protagoniza 'Última noche en el Soho', un thriller psicológico ambientado en el Londres de los 60 sobre los peligros de vivir de la nostalgia sobre todo para las mujeres
Nacida en Miami, Anya Taylor Joy es la hija pequeña de una familia numerosa. Su madre tiene ascendencia española y su padre argentino. Ella se ha criado entre Londres y Buenos Aires, de ahí su español perfecto. Fue en Londres donde estudió ballet y donde empezó en publicidad y moda. hasta que en 2015 protagonizó su primera película, La bruja, un thriller de terror.
La actriz se mueve bien en el género. Múltiple o Glass de Shyamalan o Los nuevos mutantes. También la vimos en Emma, la adaptación cinematográfica del personaje de Jane Austen que hizo la debutante Autumn de Wilde en 2020. Su popularidad subió otro escalón cuando se estrenó en Netflix la serie Gambito de dama. Una historia de superación, adicciones y ajedrez que se convirtió en un fenómeno en la plataforma. Por ese papel ganó un Globo de Oro y una nominación a los Emmy.
"Llevo mucho tiempo trabajando en esto. Es cierto, que hay infinidad de elementos en este mundillo que lo hacen divertido y glamuroso, pero creo que los dos estamos aquí por hacer un buen trabajo y que eso es lo que nos importa", explica la actriz en una entrevista en la Cadena SER junto a su compañero de reparto, el actor Matt Harris. Son la pareja protagonista del thriller psicológico que dirige Edward Wright, Última noche en el Soho. Harris viene de lograr una gran popularidad con otra serie de Netflix, The Crown, donde interpretaba al Duque de Edimburgo en las primeras temporadas. Del glamour se refiere a su relación con la moda, ya que la actriz es una de las más fotografiadas en las alfombras rojas, además de ser embajadora de Dior.
La película, de Edgar Wright, director de Zombies Party o The world's end, se presenta como un thriller psicológico para narrar la historia de Eloise, una joven que se muda a Londres siguiendo sus sueños de convertirse en diseñadora de moda. Sin embargo, el glamur que imaginaba pronto queda empañado por un aura mucho más oscura, al entrar en contacto con la historia de una fantasmagórica mujer que vivió en la capital londinense en los Sesenta, interpretada por Taylor-Joy. Una historia de fantasmas e intrigas acompasada por una potente banda sonora y animadas por numerosas coreografías. De hecho, en la película destaca una escena en la que los dos bailan frente a un espejo.
"Estoy muy orgullosa de cómo ha quedado. Es muy práctico para la historia, para la historia y para la película. Verla en una pantalla grande ha sido muy especial", nos contaba la actriz en el Festival de Venecia, donde la película se presentó en sección oficial fuera de concurso.
La película habla de la violencia contra las mujeres, de la obsesión por el pasado y de los peligros de la nostalgia y lo hace con un diseño de producción minucioso y con una selección de música de los sesenta. "Hay algo extraño en la mente humana que hace que pensar que pensemos que el pasado es mejor que lo que ocurre en la actualidad. Lo que tiene la fantasía de maravilloso, especialmente en este momento en el que estamos ahora, es que te dice lo importante que es estar en el presente y trabajar por construir el futuro", contaba la actriz.
