Arantxa Echevarría: "Odio los prejuicios sociales y sexuales"
La ganadora del Goya por Carmen y Lola estrena su segunda película: La familia perfecta
Madrid
En su primera película, Carmen y Lola, por la que ganó el premio Goya a la mejor dirección novel, Arantxa Echevarría abordaba el amor entre dos chicas gitanas. Ahora, en La familia perfecta, su segundo film como realizadora, vuelve a hablar de amores difíciles y complicados marcados por los prejuicios y la incomprensión. En este caso entre un chico de una familia pija, conservadora y rica, interpretado por Gonzalo Ramos (casi un clon de Pablo Casado) y una chica de una familia humilde y trabajadora a la que da vida Carolina Yuste.
“Siempre he odiado el prejuicio ante las clases sociales y las diferencias sexuales”, nos cuenta la directora. “Y me hacía gracia jugar con eso en esta película, sobre todo buscando estereotipos supermarcados. La película comienza como una comedia de enredo, con prototipos como la pija perfecta y la familia de barrio obrero ridícula, para luego ver que todo eso eran apariencias que se van transformando. Esa familia de barrio obrero se quiere mucho más de verdad, son más naturales que la otra familia, que todo el mundo desea lo que no tiene y que tienen los demás”.
Pero, además de esta historia de amor entre personas de distintas clases sociales, La familia perfecta habla también de una mujer, en este caso la que interpreta Belén Rueda, que se redescubre y comienza una nueva vida. “Para mí eso era muy importante”, reconoce Arantxa Echevarría. “Yo lo viví con Carmen y Lola, porque hice mi primera película con 50 años y tuve la suerte de que a esa edad mi vida profesional fuera hacia arriba”.
La familia perfecta es una película familiar, una comedia navideña, pero en donde se abordan temas serios. “La comedia es la mejor manera de contar cosas importantes y es muy difícil. Es el peor género al que me he enfrentado en mi vida. Es más fácil hacer llorar a alguien. Yo lo he pasado fatal”, reconoce sin tapujos la realizadora.
Belén Rueda se mete en la piel de una mujer de clase alta que mira por encima del hombro a todos los demás, pero que va a descubrir que su vida no es tan perfecta como parece. “Es un lastre que llevamos todas las mujeres. A los 50 años nos tenemos que teñir las canas, si hay arrugas hay que taparlas o disimularlas y nos maquillamos. Es algo tribal. Ponerte tacones y sufrir por ser alta y tener las piernas estilizadas. Todavía hay muchas cosas tribales de la época del cromañón que seguimos teniendo ahí y de las que no nos damos cuenta y seguimos jugando a ese mismo juego. Yo siempre he estado en un lado raro en el mundo de la mujer. No me arreglo. No me maquillo ni me pongo tacones, algo que, cada vez más, se está aceptando”, explica la realizadora.
Junto a Belén Rueda vemos a actores como Gonzalo de Castro y José Coronado y a actrices como Pepa Aniorte y Carolina Yuste, que ya trabajó con Arantxa Echevarría en Carmen y Lola, ganando el Goya como mejor actriz revelación y cuyo personaje de nuera choni, tiene, aunque no lo parezca, muchos puntos en común con la suegra pija que interpreta Belén Rueda. “Sí, porque las dos van a vivir la misma situación. Una porque se queda embarazada y pierde su trabajo y la otra porque se ha dedicado a cuidar a su hijo y ha perdido su vida. Son distintas, pero, en el fondo, iguales. Yo creo que en la película hay un mensaje de sororidad en cuanto a la mujer. Da igual que seas limpiadora o directora de cine. Tenemos los mismos marrones y nos miran igual”.
Y después de esta comedia comercial, arropada por una televisión privada como Atresmedia, Arantxa Echevarría volverá a un cine más personal e íntimo. “En agosto comenzaré a rodar una nueva película que se va a titular Chinas, sobre la segunda generación de niñas chinas en España. Es la historia de una cría que se llama Lucía, que tiene diez años, y que es la típica niña que vemos en un bazar, de esas que, cada vez que entras, la ves haciendo los deberes al lado de su madre en la tienda. Y de otra niña china que se llama Xian, también de diez años, que es adoptada. Es la relación de estas dos niñas desde el primer día que coinciden en un colegio público. Todo el mundo da por hecho que tienen mucho en común, pero no tienen nada que ver la una con la otra”. De nuevo unos prejuicios que Arantxa Echevarría intentará desmontar con su cámara.
Elio Castro
Licenciado en Historia del Arte y Máster en periodismo por la Universidad Autónoma/El País. Periodista...