Hamilton reina en el caos de Yeda pese a las tretas de Verstappen
El británico vence en Arabia Saudí y empata en el Mundial con Verstappen a falta de la carrera final
Madrid
La locura, el descontrol y la polémica fueron los ingredientes principales del Gran Premio de Arabia Saudí. Tres salidas, dos banderas rojas, cuatro coches de seguridad virtuales, varios encontronazos entre Hamilton y Verstappen, choque incluido… La victoria fue para el británico que, gracias a la vuelta rápida, queda empatado con el neerlandés a falta de tan solo una carrera para el final del Mundial.
La carrera arrancó con una salida respetuosa, con el pequeño susto de Checo Pérez, que a punto estuvo de llevarse por delante a su compañero de equipo. Los tres primeros mantenían sus posiciones y se distanciaban unos de otros. Por detrás, Alonso escalaba hasta la 10ª posición, aunque posteriormente fue superado por varios pilotos, incluido Carlos Sainz, que tenía ya en marcha la remontada.
El gran lío empezó en la décima vuelta con el accidente de Mick Schumacher, que estrelló su Haas contra las barreras. Dirección de carrera desplegó el safety car, y pilotos como Hamilton, Bottas o Pérez optaron por cambiar neumáticos. No lo hizo Verstappen, que pasó a liderar la carrera. Pero, cuatro vueltas después, el safety car pasó a bandera roja para reparar las barreras. Esto permitió a Verstappen cambiar sus neumáticos y no perder la posición, por lo que pasó a ser primero, seguido por Hamilton y Bottas.
Llegó entonces la segunda salida, ni mucho menos tranquila. Hamilton salió mejor que Verstappen y se colocó líder antes de la primera frenada. No dejó espacio a un Verstappen que frenó muy tarde y se fue por fuera, volviendo a la pista en primer puesto. Ocon se había puesto segundo, y por detrás se produjo un fuerte accidente que provocó los abandonos de Pérez, Mazepin y Russell. De nuevo, bandera roja y todos al pit lane.
Ahí se llevó a cabo la batalla en las trincheras, la de las radios. Mercedes exigía que Verstappen devolviese la posición por haber adelantado por fuera. La FIA, entonces, empezó a negociar el castigo con Red Bull, ofreciendo que su piloto saliese tercero. El surrealista mercadeo de Michael Masi se resolvió con Ocon saliendo primero, seguido de Hamilton y Verstappen. El de Alpine se encontró en la pole, y en medio de una batalla en la que seguramente no quería estar.
La tercera salida en 17 vueltas tampoco fue tranquila. Hamilton salió mejor que Ocon y se puso primero, pero llegó por detrás Verstappen, que frenó más tarde que nadie para liderar la carrera. Hamilton se vio envuelto en un sándwich y consiguió salvar su alerón delantero, pero era tercero. Tardó poco en quitarse de en medio a Ocon, y fue entonces cuando, todavía con más de la mitad de carrera por disputar, empezó la persecución al líder del Mundial.
Pero la persecución se vio detenida en numerosas ocasiones por varios coches de seguridad virtuales. El primero, por un toque de Tsunoda con Vettel, que dejó el alerón delantero del japonés en medio de la pista. A continuación, hubo un choque entre Raikkonen y Vettel, de nuevo, que dejó varios trozos de coche. Fueron tantas las piezas desprendidas, que salieron tres coches de seguridad virtuales más por este incidente.
Una vez acabados los imprevistos, se dio rienda suelta a la batalla por el Mundial. Hamilton abrió DRS en la recta y superó a Verstappen, pero el neerlandés apenas frenó, los dos se fueron por fuera y el de Red Bull mantuvo la posición, en una maniobra similar a la que tanta polémica levantó en Brasil. Hamilton y Mercedes pidieron una sanción, y la FIA abrió una investigación.
Fue entonces cuando la guerra Hamilton-Verstappen llegó a su punto más tenso y polémico. Verstappen frenó en medio de una recta, casi deteniendo su coche, y Hamilton lo golpeó por detrás. El alerón delantero del británico recibió muchos daños, y Verstappen alegó que estaba cediendo la posición por haber adelantado por fuera anteriormente. Hasta el ingeniero del neerlandés le dijo que "no había necesidad de hacer eso". Estalló la furia en Mercedes, que vio una maniobra extremadamente peligrosa de Verstappen. El de Red Bull recibió una sanción de cinco segundos por adelantar por fuera, y no hubo noticias sobre su polémica frenada.
De nuevo, Verstappen cedió la posición a Hamilton, aunque le devolvió el adelantamiento de inmediato, por lo que tuvo que cederla una vez más. Hamilton pasó a liderar la carrera hasta el final, marcando vueltas rápidas pese a los daños en su alerón, consiguiendo así el punto extra por hacer la vuelta rápida de carrera. El británico sumó 26 puntos por su victoria, Verstappen fue segundo pese a los cinco segundos de sanción, y el podio lo completó Valtteri Bottas, que adelantó a Ocon en la última curva. Sainz fue 8º, superado por su compañero Leclerc en la vuelta final, y Alonso, que tuvo muchos problemas, trompo incluido, fue 14º en un mal fin de semana.
Todo esto de manera provisional, y es que el lío continúa al acabar la carrera. Max Verstappen y Lewis Hamilton ya han sido citados a declarar ante los comisarios por el choque entre ellos. Helmut Marko, uno de los pesos pesados de Red Bull, ha afirmado que no aceptan el resultado y que reclamarán la decisión, alegando que el frenazo de Max fue correcto y que Hamilton debió ser sancionado por empujar a su piloto fuera de la pista. Todo apunta a que la noche en Yeda puede ser larga, y que el debate seguirá muy avivado en los próximos días.
El Mundial llega la semana que viene a Abu Dhabi, donde se decidirá el campeón. Verstappen y Hamilton llegan empatados a puntos, aunque el líder sigue siendo el neerlandés por llevar una victoria más. Las cuentas son sencillas: quien quede por delante en Abu Dhabi, gana el Mundial. Y, en caso de un abandono de los dos, el campeonato será para Verstappen. Tan solo siete días para conocer el vencedor de una de las mejores temporadas de la historia.