Así afecta el sexismo en los juguetes: "No solo es importante con lo que jugamos, también con lo que no"
"Hay juguetes solo para niños y juguetes solo para niñas" es una afirmación que perjudica a ambos y no permite el desarrollo de todas sus habilidades. Elvira Lindo ha invitado a La Ventana a Violeta Molina, periodista experta en igualdad, y Yolanda Domínguez, experta en comunicación y género, para explicar cómo afecta la publicidad sexista a los más pequeños
Radio Lindo | Sexismo en los juguetes
23:58
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1639070442450/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Desde mediados de noviembre hasta mediados de enero, las pantallas de televisión se iluminan de colores pastel anunciando juguetes para que niños y niñas se apresuren a escribir una lista para mandar Papá Noel o los Reyes Magos. Eso sí, las listas no serán iguales para niños que para niñas.
Ellas pedirán muñecas, bebés de juguete y juegos de cocina, animadas por los anuncios de color de rosa. Ellos verán anuncios azules y de colores más oscuros, y pedirán coches teledirigidos, Legos u otros juegos de construcción. Es una regla no escrita que lleva en publicidad desde que existe, pero que cada vez está más alejada de una sociedad que ya no está tan convencida de que haya cosas exclusivas para hombre y cosas únicamente de mujeres.
Tanto es así que el Ministerio de Consumo ha lanzado una campaña en la que son los propios juguetes quienes se han puesto en huelga para reclamar su derecho, como dicen ellos mismos en el anuncio, “a jugar con el 100% de los niños y niñas, no solo con el 50%.”
Para hablar de esta publicidad ya anticuada pero todavía presente en medios, Elvira Lindo se ha asomado a La Ventana junto con Violeta Molina, periodista experta en igualdad, y Yolanda Domínguez, experta en comunicación y género.
Caminos diferenciados desde la cuna
Molina acaba de publicar un reportaje en el que habla precisamente de estos estereotipos en publicidad, que según Domínguez se dirigen a los más pequeños de la casa de manera intencionada: “Van a crear las necesidades del mañana, una niña que juega con muñecas que se maquillan y se compran complementos probablemente tienda a consumir este tipo de productos el día de mañana, y un hombre al que le dicen que le tienen que encantar la tecnología y las carreras de coches, ya está la tendencia de lo que va a ser y va a consumir”.
“No hay una libre elección en el momento en el que eres pequeño, no tienes un filtro de lo que recibes”, explica Molina. “La televisión, los catálogos e incluso los padres están diciéndole a esos niños ‘este es el camino para ser niño y este es el camino para ser niña’, estamos programando a los niños a través del juego, que es una forma de socializar, experimentar, ensayar lo que vamos a ser de mayores”, manifiesta.
Estas diferencias, apunta Molina, se marcan desde la cuna: “Desde que tenemos días de vida ya estamos percibiendo la diferencia de género, cómo nos castigan o premian, cómo nuestros padres, nuestras madres, los familiares, nos ponen un gesto de aprobación o desaprobación, nos hablan en un tono determinado”.
Como destaca, cuando se llega a esos pasillos diferenciados, cada menor sabe cuál es le suyo. “Ojalá no haya esos pasillos, y que una niña o un niño pueda ser como le dé la gana ser: fuerte, valiente, sensible, cuidador, como quiera, eso sería lo ideal y eso es aportar libertad”, añade.
Los juguetes sexistas también perjudican a los niños
Estos estereotipos de género en los juguetes acotan las perspectivas futuras de las niñas, a las que limita a un papel de cuidadoras, pasivas, madres o esposas: “Estamos ofreciendo un mundo pequeñito y doméstico y de color rosa para las niñas, y para los niños es el universo entero, todos los colores, todas las acciones, la selva, el laboratorio, el espacio… ya les estamos diciendo que para ellas lo pequeñito y para ellos todo”.
Aun así, esta segmentación de género en los juguetes afecta también a los niños, ya que como explica Molina “no solo es importante con lo que jugamos, también es muy importante con lo que no jugamos, porque los juguetes nos brindan posibilidades”.
De hecho, el que los niños no jueguen con muñecas "hace que no estén capacitados para dialogar, para llegar a acuerdos, para socializar, están programados para matar, para destruir, para controlar y para ganar, pero por ejemplo no son capaces de reconocer en grupo un problema”.
¿Qué pueden hacer los padres y madres?
“A las familias y a la sociedad en general les preocupa la igualdad, que los niños y las niñas sean educadas en valores también, pero con los juguetes parece que no se han dado cuenta”, opina Domínguez.
Como recomendación para los padres, señala, se trata de “equilibrar la cesta, igual que prestamos atención a lo que comemos y les damos a los niños y a las niñas una nutrición variada que tenga de todo para que sean fuertes”.
Para ello, ha destacado que lo mejor es pensar en la cesta de juguetes como cuando tú regalas una caja de lápices. "Imagínate que el niño o la niña abre esa caja y tiene solo un color, dirías ‘le estoy limitando las posibilidades de dibujar lo que quiera’. Es pensar en los juguetes como las posibilidades que tú le estás brindando a ese niño o a esa niña de desarrollar determinadas habilidades”, argumenta.
“Es verdad que la industria ya segmenta, pero intenta pensar por ejemplo en qué juguetes tiene tu hijo o tu hija. ¿Cuáles le faltan en esa cesta? ¿Qué otras habilidades podría desarrollar que no está desarrollando?”, anima a preguntarse.
La sociedad avanza en materia de género a una velocidad que, por el momento, la publicidad no llega a alcanzar. Sin embargo, la preocupación de los padres y madres por ver qué valores y habilidades desarrollan sus hijos e hijas a través de sus juguetes abre la puerta a que esto cambie más pronto que tarde.
Paula García
Redactora en prácticas en La Ventana desde 2021. Previamente en la Agencia Efe en Madrid y Berlín, Alemania....