'Lizzie', buscando a la asesina del hacha
Chloë Sevigny y Kristen Stewart protagonizan el thriller que se adentra en la figura de Lizzie Borden
Madrid
La mañana del 4 de agosto de 1892 el matrimonio Borden fue brutalmente asesinado en su domicilio localizado en la ciudad de Fall River, Massachusetts. El crimen pasó a la historia por ser uno de los más crueles e inciertos, pues siempre se le ha atribuido la autoría a la hija menor de las dos hermanas, Lizzie Borden, que nunca llegó a ser condenada. Tras su estreno mundial en el Festival de Sundance de 2018, Filmin recupera 'Lizzie', una cinta que nos sumerge en la vida de la famosa "asesina del hacha".
Craig William Macneill dirige esta historia, a caballo entre el drama y el thriller, para reconstruir los hechos de aquel día y buscar una explicación a lo sucedido. Para ello, el cineasta ha contado con la participación de Chloë Sevigny en el papel de la asesina del hacha y con Kristen Stewart interpretando a Bridgett, la criada que se incorpora a la familia Borden.
En 'Lizzie' los personajes femeninos desempeñan los roles de sirvientas y de sumisas, de madrastras sin potestad y de hijas que encarnan al ángel del hogar. El hombre, el patriarca de esta familia, puede manipularlas, castigarlas e incluso violarlas, un abuso constante que ejerce sobre la sirvienta que ha llegado a la casa. El padre no solo se coarta la libertad de sus hijas, sino que también interfiere en el patrimonio que constituye la futura herencia, impidiéndoles así alcanzar una independencia económica.
Nada de esto resulta extraño en el siglo XIX. Sin embargo, Macneill va un paso más allá y se adentra en la relación lésbica que se establece entre Lizzie y Bridget, a través de unas escenas profundamente contenidas donde las dos jóvenes encuentran un pequeño espacio de liberación alejadas de esa burbuja misógina y ancestral. La historia entre las protagonistas será otro de los motores que motiven a Lizzie a tomar su decisión final. El cineasta mata al padre y con él a una tradición patriarcal que ha condenado a Lizzie, a su hermana y otras tantas mujeres de su época a vivir una vida completamente insatisfactoria. El asesinato del padre es en esta película el resultado de una rabia encerrada en un cuerpo que finalmente explota y se convierte en sangre.