Emilio Morenatti: "Es un gran halago que me acusen de hacer belleza de la tragedia"
Aimar Bretos entrevista al fotoperiodista ganador de un premio Pulitzer
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Madrid
Emilio Morenatti se queda en blanco cuando se le pregunta por su mejor fotografía. Es lógico. El Premio Pulitzer en la categoría de reportaje fotográfico por su trabajo durante la pandemia lleva 30 años detrás del objetivo.
Emilio Morenatti
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A mí me ha pasado que cuando estoy haciendo la foto me emociono. Muchas veces he llorado detrás de la cámara y en ese momento sí sabes que tienes algo muy potente y en ese momento es cuando espabilas y tienes que afinar porque sabes que tienes una situación muy, muy increíble delante de ti
En La Palma se dio una circunstancia doble: la belleza y la tragedia. No es la primera vez que me acusan un poco de eso. Yo creo que eso es un gran halago, un gran halago que de alguna manera me acusen de eso. Yo es lo que realmente he intentado hacer. El volcán tenía un poder atrayente que hacía que uno se preocupara de lo que estaba pasando alrededor. Me succionaba y me quitaba quizá mucha energía. Entonces me centraba en esas casas que estaban cubiertas de ceniza, en los ríos de lava que se lo llevaban todo
Un estilo de vida
En 2009, en Afganistán, viajando con las tropas americanas nos atacaron y volamos por los aires. Fue una masacre. Hubo un punto de inflexión en mi vida porque pensé que ahí se acababa todo. Pero luego continuó. Seis meses más tarde me casé. El fotoperiodismo es un oficio que coincide con mi forma de ser: el follonerismo y el compromiso. Y yo siempre pienso en el día aquel en el que estábamos en el desierto de Kandahar. Estábamos varios heridos y yo decía: "Bueno, aquí se acaba todo. Yo ya estaba sangrando, pensaba que me moría. Pensaba: son cuarenta y tres años intensos. Es una pena que no continúe con la mujer que había conocido hacía poco, que luego sería la madre de mis hijo. Si ahora me pasara, sería una tragedia. No ver crecer a tus hijos es realmente lo peor que le puede pasar a una persona que ha sido padre. Por lo tanto, ahora yo soy un poco más conservador. Pero cuando me meto en el follón se me olvida y tiro para adelante. Mi madre sufrió mucho, sufrió un secuestro mío, sufrió un atentado en el que pensaba que me moría. Las madres son la generosidad en estado puro.
Con el secuestro en Gaza lo pasé muy mal. Una de las primeras cosas que aprendí en este oficio es que el periodista no debe ser noticia. Y me sentí muy mal por todo aquello, porque fui primera en los periódicos cuando ese día habían matado a siete palestinos en Gaza. A mí no me ocurrió nada, pero aquellas seis personas perdieron la vida y no fueron noticia.
El desembarco en Associated Press
Yo llevaba diez años en EFE cubriendo toros, fútbol y baloncesto. Cosas que no me interesaban nada, me hacían feliz como profesional, pero no me interesaban. Yo quería ir un poco más allá y cubrir cosas interesantes. Vino la crisis de Perejil, estuve cubriendo todo aquello desde la costa marroquí, todos los movimientos que ocurría en el Peñón y era intenso el trabajo, porque había que caminar muchísimo, con lentes muy largas, posicionarse en frente del Peñón, fotografiar todo lo que estaba pasando entonces los legionarios. Conseguí una zodiac y me fui con Ramón Espinosa. Nos metimos los dos, aquello se hundió y tuvimos que ir nadando a Isla Perejil. 300 metros nadando. Salvamos una cámara pequeña y un teléfono móvil. Llamé a mi jefe y me dijo que me marchara inmediatamente porque iba a crear un incidente diplomático. Poco después, me llamó Associated Press.
El Pulitzer en la categoría de reportaje fotográfico
Emilio Morenatti acaba de ganar el Pulitzer en la categoría de reportaje fotográfico por su trabajo en la pandemia
Cuando lo recoja me acordaré de mi mujer. Ella tiene la mitad de este Pulitzer, porque ella estaba con los niños. Sería ingrato por mi parte no reconocer esa labor a esa persona que está ahí haciendo de alguna manera de profesora, de cocinera, de madre, de todo, mientras tú estás trabajando fuera. Yo dormía como podía sin mezclarme con ellos y hacíamos una vida separada para no contagiarlos, porque claro, había mucho miedo por entonces.
Marisol Rojas
Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando en Hoy por Hoy y ahora trasnocha en Hora 25....