Hacer bien lo nuestro, la mejor forma de comprometerse con la sociedad

Buenos días, Sastre. Un gusto estar de nuevo contigo y con los oyentes de la Cadena SER para hablar de mis cosas, de nuestras cosas. Porque empezar el día es un asunto tan personal como colectivo.

Quizá porque me dedico a trabajar con las palabras, alguna vez he confesado que mi palabra preferida es despertador. El amanecer tiene tanto prestigio que al menor descuido acaba en un himno. La palabra despertador comienza el día con voluntad de volver a la vida y el trabajo, aunque se soporten tiempos difíciles.

Hace un rato la radio-despertador me dio la hora exacta al sacarme del sueño. En el despertador viven la ducha, el desayuno, las escaleras que nos llevan al trabajo, la preocupación por los que tienen despertador pero no trabajo y el compromiso con hacer bien nuestras cosas.

El compromiso cívico no vive en las nubes de las grandes ideas. Vive en las aulas de los profesores, en los hospitales del personal sanitario, en los taxis de la ciudad, en las oficinas. Los juzgados, las redacciones, los ministerios y los parlamentos. Hacer bien nuestras cosas es la mejor manera de comprometerse con la sociedad.

Ser una buena juez, un buen médico o una buena política es el reto que vive en la palabra despertador cuando nos da la hora del día y nos saca de la cama. Así comienza todo.