"Durante la pandemia era la adrenalina lo que nos mantenía en pie"

Logroño

Hoy 12 de mayo es el día internacional de la enfermera. Un colectivo profesional que siempre, aunque quizá hemos sido especialmente conscientes durante la pandemia, se ha revelado como un actor principal de nuestro sistema de salud, tanto en atención primaria como en atención hospitalaria.

Una labor con una altísima componente vocacional, desde luego no es de las ramas mejor pagadas de la medicina, y que junto a parcela estrictamente profesional, lleva acarreadas otras muchas que fundamentalmente tiene que ver con la empatía que sean capaces de establecer con los pacientes y con la gestión de situaciones en muchos casos muy delicadas.

Y esto es algo que tradicionalmente o no se ha entendido o no se ha valorado suficientemente. El año 2020, el año que comenzó la pandemia y que nos trajo los momentos más duros, se celebraba el Año de la Enfermería, y este colectivo tenía previsto un amplísimo calendario de actividades que pretendían precisamente sensibilizar sobre la importancia de los profesionales de enfermería y su peso real en la salud de los ciudadanos.

Casi ninguna de esas actividades pudo llevarse a cabo, pero curiosamente la respuesta de las enfermeras y los enfermeros ante algo desconocido y terrible, poniendo en riesgo suis propias vidas, a veces perdiéndolas, fue la forma más efectiva de revelarse y mostrarse a la sociedad como algo imprescindible.

Pero los aplausos que les dedicamos en su día no son suficientes. Hoy para los enfermeros y enfermeras de La Rioja es una jornada de celebración, pero también de reivindicación. Esta mañana un nutrido grupo de este colectivo se ha concentrado a las puertas del San Pedro para reclamar que se cumplan los compromisos adquiridos con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales y profesionales y la situación del Servicio Riojano de Salud.

Con el lema “Enfermeras para un futuro saludable, sostenible, equitativo, inclusivo e innovador”, y convocados por el Sindicato de Enfermería, SATSE, las enfermeras y enfermeros han portado carteles y mensajes para mostrar la importancia y necesidad de estos trabajadores como referente y motor de nuestro Sistema Nacional de Salud.

El testimonio de las enfermeras

Hoy en nuestro de hoy por hoy hemos querido incluir una mesa redonda en la que cuatro enfermeras de distintos ámbitos sanitarios nos han contado sus experiencias personales y nos han recordado algunas de esas reivindicaciones.

Eva Muñoz y Raquel Victoriano son enfermeras de la zona básica de salud de Nájera. Las dos reconocen que son enfermeras totalmente vocacionales y aseguran que en el medio rural la relación y la empatía que se establece con los pacientes es aún mayor.

Carmen Nájara acaba de jubilarse después de 46 años como enfermera del servicio de radiología, y aún se emociona al recordar lo duro que ha sido el trabajo durante la pandemia. Un tiempo en el que pasaron de hacer 15 o 16 placas al día a realizar más de 300.

Gloria Moreno, tiene también una amplísima trayectoria como enfermera de UCI. Gloria asegura durante la pandemia era la adrenalina del día a día, "parecido un escenario de guerra", lo que les mantenía en pie y lo que les evitaba llorar ante tanta desgracia. Dos años después asegura que la huella de lo vivido aún permanece.