Marta López Bastida, ganadora del primer Concurso de Microrrelatos Feministas

Logroño

Marta López Bastida, alumna de 1º Bachillerato del IES La Laboral, es la ganadora del I Concurso de Microrrelatos Feministas de la Universidad de La Rioja con su obra ‘Casa de muñecas’.

Durante el acto de entrega del premio se ha presentado también el libro que recopila las cerca de 80 obras que han concursado, procedentes de España y países como Argentina, Ecuador y Estados Unidos, cuyas editoras han sido las propias coordinadoras de la actividad cultural.

Marta López Bastida ha logrado el primer premio, dotado con 400 euros; mientras que Juan de Molina, por ‘Dueños del secreto’, y ‘Respuestas’, presentado bajo el seudónimo Nessuno, han logrado el segundo y tercer premios, dotados con 300 y 200 euros, respectivamente.

El I Certamen de Microrrelatos Feministas de la Universidad de La Rioja tiene como objetivo descubrir el talento literario y visibilizar la historia y reivindicaciones del movimiento feminista.

Dirigido al público en general, así como la comunidad universitaria y a los centros de Secundaria de La Rioja, ha contado con 80 obras a concurso que han abordado la temática feminista, tratando temas como la violencia de género, la corresponsabilidad, la invisibilización de las mujeres, el techo de cristal, los estereotipos de estéticos sexistas, etc.

En la organización del I Certamen de Microrrelatos Feministas de la Universidad de La Rioja han estado implicados Noelia Barbed e Iratxe Suberviola, profesoras del Departamento de Ciencias de la Educación e integrantes del Grupo ‘Igualdad y Género’. Junto a ellas han formado parte del jurado el catedrático Miguel Ángel Muro, como presidente, e Iván Santolalla, responsable de la Unidad de Igualdad e Inclusión.

Las ganadora considera fundamental dar visibilidad al movimiento feminista, y en este caso, hacerlo a través del “drama de la violencia machista visto de la perspectiva de una niña”.

Microrrelato ganador del primer premio

Casa de muñecas

María siempre ha tenido el sueño de tener una casa de muñecas.

Una de esas que puede verse desde fuera de la caja gigante en la que viene una muñeca de regalo: una mujer de cara bonita y figura delicada, con un suave vestido azul y unos tacones a juego.

La igualdad entre las muñecas de la tienda aburre mucho a la niña, porque ninguna luce real.

Ninguna se parece en nada a mamá; ella está siempre llorando, pero las muñecas siempre sonríen.

A veces ella se queda tan quieta que a María le parece un juguete más; pero luego suena un portazo, se asusta, y se vuelve a mover.

Rara vez trae también un muñeco, eso es tener mucha suerte. Este tampoco se parece mucho a papá.

Papá solo le grita a mamá, y los muñecos no gritan.

Papá siempre golpea las cosas; alguna vez también a mamá. Pero los muñecos tampoco dan golpes.

María se lo pasaría mucho mejor jugando con la casa, pero sabe que hasta su cumpleaños no se la regalarán.

Hasta entonces, seguirá pensando en si debería enseñar a jugar a las muñecas a papá y a mamá.