La Rioja aprueba el decreto de Convivencia Escolar para resolver conflictos en las aulas

Logroño

El Gobierno de La Rioja ha aprobado el decreto de convivencia escolar, cuya publicación en el Boletín Oficial de La Rioja está prevista el 3 de junio. Para el consejero de Educación, Pedro Uruñuela, esta norma pone a La Rioja "a la cabeza de la resolución de conflictos a través de la mediación y la creación de centros educativos seguros y saludables". El nuevo entrará en vigor en el comienzo del curso 2022/2023 y contempla la creación de la figura de un responsable de convivencia en cada colegio. Para Uruñuela "prevenir" conflictos supone "invertir en convivencia". "Lo que queremos es enseñar a gestionar pacíficamente esos conflictos y buscar una resolución pacífica de los conflictos y que no haya uno que gane y otro que pierda", ha señalado.

Trabajo de 18 meses

Este decreto ve la luz tras 18 meses de trabajos con la implicación de la comunidad educativa. Se ha elaborado un texto que busca la gestión positiva de las relaciones de los centros educativos. Una prevención que pretende evitar los casos de acoso a través de la mediación. Con ello, se pasa de un modelo de organización basado en el reglamento y las sanciones disciplinarias a otro que ahonda en las relaciones entre los alumnos y profesores. En definitiva, "se apuesta por centro escolares seguros y saludables", ha recalcado el consejero de Educación. Cada centro contará con la figura de un responsable de convivencia, aunque todavía no se ha definido su perfil, pero contará con una formación específica.

"Los responsables de convivencia deberán profundizar en el cuidado, cómo hacer prevención de la violencia, cómo detectar situaciones de acoso y maltrato, qué alternativas tiene que proponer y qué responsabilidad tiene que tener tanto con los alumnos con los profesores. El perfil más apropiado sería el de los orientadores o profesores técnicos de servicios a la comunidad", ha añadido el consejero.

Aula de convivencia

Uno de los principales cambios tiene que ver con otra forma de trabajar con los alumnos. "No queremos que se expulse a los alumnos. Hay que trabajar con ellos dentro del centro, sus emociones, sus pensamientos y la modificación de su conducta. Y proponemos para ello el aula de convivencia, que, por lo general, se ha convertido en 'el aula de los ratones' al que se va el alumno que estorba, y queremos que sea ahora un lugar de reflexión y cambio de conducta". En el decreto se revitaliza el observatorio de convivencia para que cada dos años ofrezca datos de la situación en los colegios riojanos.