Rioja suma 12 nuevos viñedos singulares

Logroño

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha otorgado el reconocimiento de 12 nuevos viñedos singulares en la Denominación de Origen Protegida Calificada (DOCa) Rioja, suma ya 133 parajes distinguidos por sus cualidades productivas diferenciadas.

De los 12 nuevos viñedos singulares reconocidos ahora, 7 se encuentran en La Rioja y 5 en Álava. Los viñedos singulares deben situarse en zonas con características propias y del que se obtengan vinos con rasgos y cualidades singulares.

El pliego de condiciones de la DOCa Rioja establece que estos viñedos deberán tener una edad mínima de 35 años, un rendimiento por hectárea de 5.000 kilos en uva tinta y 6.922en uva blanca, inferior al establecido para el conjunto de esta denominación de origen, y toda la uva debe proceder exclusivamente del viñedo delimitado.

La vendimia tendrá que ser manual y el vino obtenido deberá tener la valoración excelente en el análisis organoléptico del Consejo Regulador antes de salir al mercado, además de contar con un etiquetado específico y un control reforzado.

Este es el cuarto año consecutivo en el que el MAPA promulga una orden con reconocimiento de viñedos singulares en la DOCa Rioja, desde que se aprobaron los primeros expedientes en 2019. En aquel año se declararon 84 viñedos singulares, y en los dos ejercicios siguientes 20 y 17, respectivamente.

El enólogo y bodeguero Juan Carlos Sancha ha pasado por los micrófonos de la SER y asegura que "los resultados han superado las expectativas que se tenía en esta figura, pero aún así todavía no se alcanza el 1% de la superficie de Rioja".

Habla también Sancha sobre las figuras de calidad de esta denominación. "Hasta ahora la calidad se vinculaba con la madera, pero el futuro debe pasar por una apuesta hacia el protagonismo del viñedo".

Vendimia condicionada por las altas temperaturas.

El enólogo y bodeguero hace también un análisis sobre la campaña de la vendimia. "El campo riojano alerta de la situación que está atravesando el viñedo ante una vendimia alterada por las altas temperaturas. Las olas de calor han provocado quemaduras en las uvas y si no llegan las lluvias, la cosecha se puede ver comprometida", asegura Sancha en la SER.

Explica que "se partía de una de las cosechas más sanas de la historia sin problemas de ácaros ni insectos. Llegó un noviembre abundante en lluvias y un comienzo de la primavera que también invitaba al optimismo. Sin embargo, este verano se ha vivido la ola de calor más larga desde que tenemos registros históricos, algo que afecta directamente a la calidad de la uva".

Y esque, las condiciones meteorológicas, según Sancha, van a condicionar el mapa del viñedo riojano: "una vendimia que se adelanta y habrá que replantear el abanico de variedades y añadir un elemento más: el riego".