"La cosecha del cereal ha caído un 40% en La Rioja"

Logroño

"Se han cumplido las peores expectativas y la cosecha del cereal ha caído entre un 35% y un 40% este año". El presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR), Óscar Salazar, asegura que las condiciones meteorológicas extremas, con una preocupante falta de precipitaciones y altas temperaturas desde mayo, ha hecho que la producción del principal cultivo en La Rioja haya acusado un notable descenso esta campaña.

El cereal se extiende por La Rioja por más de 49.000 hectáreas de cultivo, de acuerdo a los datos de la Consejería de Agricultura correspondientes a 2021. El trigo y la cebada son los cultivos mayoritarios, por delante de la avena o el centeno, y ocupan una superficie mayor que la dedicada al viñedo (47.457 ha). Y esta caída de la producción ha venido, además, acompañada de otras malas noticias. La merma en cantidad no ha supuesto un aumento de los precios, más aún ante la coyuntura que se vive por la escasez de este producto por la guerra de Ucrania.

Los precios han caído hasta poco más de 30 céntimo por kilo de trigo o cebada. "Son unas cifras que ni de lejos cubren nuestros costes de producción", señala Salazar, que cosecha en la localidad de Foncea, en La Rioja Alta. Y esta crisis de producción y precios supone que se amplíe "aún más" el diferencial entre el precio que recibe el agricultor y el precio del mercado para todos los consumidores. "Puede llegar a ser una diferencia de un 1.000%", calcula Salazar. Desde su organización se reivindica de nuevo "el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria" para evitar "las prácticas de los especuladores".

"La próxima siembra resulta inviable"

Pero los problemas no acaban aquí para el campo. Las perspectivas no son precisamente optimistas de cara al futuro. "Sembrar una hectárea de cereal cuesta más de mil euros en estos momentos, lo que hace inviable la siembre para muchos agricultores, que manejan de media parcelas con una superficie entre 100 y 200 hectáreas". Salazar echa cuentas: "los fertilizantes han subido los precios más de un 90%, los carburantes están por las nubes, al igual que los precios". Ante estas circunstancias tan complejas "muchos agricultores están pensando en sembrar otros cultivos y otros están optando por no sembrar".

Desde su punto de vista es preciso que la Política Agraria Común "garantice la soberanía alimentaria" para que disminuya la dependencia de las producciones de terceros países. Y es preciso también, subraya, "acabar con las prácticas especulativas de las multinacionales".