"Las principales víctimas en las guerras actuales son los civiles"
Médicos Sin Fronteras cumple medio siglo prestando ayuda a la humanidad en los conflictos que sacuden el planeta

"Las principales víctimas en las guerras actuales son los civiles"
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Logroño
Médicos Sin Fronteras ha cumplido 50 años. Medio siglo de conflictos, ya que está organización está ligada a la guerra: desde Biafra (Nigeria), a finales de los años 60, cuando empezó a gestarse la organización, hasta nuestros días.
"Llevamos 50 años de atención humanitaria a las personas que más lo necesitan por todo el mundo y gracias a los que nos ayudan sin descanso", explica la portavoz de MSF, Mila Font, en los micrófonos de la Cadena SER de La Rioja. La guerra supone el enfrentamiento directo de facciones armadas regulares o irregulares con un objetivo determinado y es la manifestación más violenta de un conflicto entre diferentes grupos humanos. En los casos más extremos, la guerra persigue conscientemente la destrucción total del enemigo. Es el caso de Siria, por ejemplo, que cumple ya 10 años de guerra.
Siria, Yemen, Mozambique, Etiopía… cada año, permanecen abiertos en el mundo más de 30 conflictos. Desde principios del siglo XX, el impacto directo de las guerras en las poblaciones civiles se ha ido agravando: a menudo son víctimas buscadas de los bombardeos, ataques y abusos, y cuando no, quedan atrapadas entre las facciones en liza sin posibilidad de recibir asistencia, o se ven obligadas a huir en las más adversas condiciones.
Emergencia covid
"Y ahora tenemos que añadir la emergencia sanitaria del covid, que ha puesto en evidencia la falta de equidad que existe en el mundo. Son muchos los países que no tienen acceso a las vacunas", añade.
Debido a su extrema vulnerabilidad, las poblaciones víctimas de la guerra y la violencia son prioritarias para esta organización, y en particular en aquellas crisis donde las necesidades son más acuciantes y donde no hay otras organizaciones trabajando o no las suficientes. Estamos convencidos de que es ahí donde son más valiosos nuestros conocimientos médicos, nuestro respeto y defensa de los principios humanitarios y nuestra capacidad de operar en entornos de riesgo y de ejercer influencia política.
Así, MSF trabaja para reducir la mortalidad, la morbilidad y el sufrimiento humano de las víctimas de la guerra, de la violencia directa y de la violencia sexual. Tratamos los efectos directos de la violencia (traumatismos como fracturas o heridas de bala, o lesiones causadas por agresiones sexuales) y también sus efectos indirectos (como las epidemias).




