La campaña de recogida de la pera cierra con una merma de la producción de en torno al 35%

Rincón de Soto

La campaña de recogida de la pera da sus últimos coletazos, al menos en la Rioja Baja. En el Valle del Iregua se ha recolectado un 65% y en Hormilla un 50%. En la cooperativa de Rincón de Soto, SAT Valle de Rincón, concluyen hoy el trabajo en el campo. En la Denominación de Origen Peras de Rincón de Soto también. Tanto el presidente de la SAT Valle de Rincón, Adolfo Nájera como el director técnico de la Denominación, Sixto Cabezón, coinciden en el balance. "Ha sido una campaña muy difícil y muy exigente para el agricultor", señalan. Y es que lo que se preveía como una buena cosecha se ha quedado en una de las más escasas, explica Cabezón. "Nadie se imaginaba que iba a ocurrir esto. Si no hubiéramos vividos estas olas de calor tan prolongadas en el tiempo hubiéramos batido récords. El número de piezas era bueno, el tamaño también", continúa. Sin embargo, la campaña de 2022 se cierra con menos kilos (entorno al 30 o 35% menos), frutas más pequeñas, de menor calibre, aunque eso sí, un sabor extraordinario.

Temperaturas extremas

Las temperaturas extremas que han llegado a La Rioja durante los meses de verano se convierten en el factor determinante para que hoy los agricultores, se sientan entristecidos, tras haber recogido una cosecha con un 35% por ciento menos de producción. En la Denominación de Origen Peras de Rincón de Soto, esperan recolectar 20 millones de kilos, 5 millones menos que en el año anterior. En una campaña donde no ha habido pedrisco, pero que ha estado marcada por las altas temperaturas. "Estos fenómenos adversos se escapan de los seguros agrarios", dice Nájera. "En la próxima Mesa de Seguros de La Rioja, plantearemos la posibilidad de que se estudie y se incluya". De no ser así, explica el presidente de la SAT Valle Rincón, una campaña como esta, sería "mortal para los agricultores", alerta.

Comercialización

Una vez concluida la labor en el campo, ahora toca pasar a la fase de comercialización. "No nos preocupa tanto la venta sino el panorama actual. Es un problema europeo, no solo de España", explica Cabezón. Ahora las centrales comercializadoras van a necesitar mucha electricidad y tal y como está el precio de la energía esto puede convertirse en un problema más.

El director técnico de la Denominación y el presidente de la SAT Valle Rincón miran al futuro con incertidumbre. Eso sí, las ganas de seguir trabajando para ofrecer a los consumidores el mejor producto, siguen presentes a pesar de la dificultad de los tiempos.