Una comunidad de vecinos de Logroño decide pasar el invierno sin calefacción

Logroño

Pasar frío o pagar el triple. Esta es la disyuntiva a la que se enfrentan muchas comunidades de vecinos, que deben decidir este mes sobre el encendido de la calefacción central. Un edificio en Logroño, en concreto, en la calle Huesca ha tomado la decisión más drástica: este invierno lo pasarán sin calefacción. Una amplia mayoría de los vecinos así lo ha decidido ante la imposibilidad de pagar una cuota, que durante estos meses de frío se iba a disparar hasta los 500 euros. "Se informa que por acuerdo tomado en junta de vecinos el 26 de septiembre de 2022 este invierno no se va a poner la calefacción", reza el cartel en el portal. La deuda de los propietarios, que, en algunos casos supera los 20.000 euros, es otra de las razones que explican esta medida tan drástica.

Las condiciones para el encendido de estos sistemas de calefacción en las comunidades son las más difíciles que se recuerdan. El precio de la energía está por las nubes y los vecinos tienen que hacer frente a un desembolso estimado de 2.400 euros entre octubre y mayo, solo para la calefacción, de acuerdo a las estimaciones del Colegio de Administradores de Fincas de La Rioja. Su secretario, Ignacio Román, confirma que la decisión de esta comunidad de vecinos de Logroño "no está generalizada por ahora". "Lo que sí se está haciendo", añade, "es ajustar el horario o la potencia de la calefacción". De esta forma, se reducen las horas en los que el calor llega a los radiadores de los hogares o, en segundo término, se baja la temperatura del agua caliente.

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"Lo cierto es que en dos años se ha triplicado esta factura de la calefacción central y para muchos vecinos resulta del todo imposible", añade. Además, las comunidades de vecinos no tienen la opción de adherirse a la tarifa regulada de último recurso (TUR), como sí lo pueden hacer los propietarios con caldera individual, que puede suponer hasta "un 20% ciento menos en el precio de la energía".

Reducir el consumo a toda costa

Otra de las formas de disminuir el consumo, más allá del ajuste horario o de la temperatura, pasa por la adaptación de estos sistemas de calefacción central para lograr un consumo individual. Para ello, es necesaria la instalación de un termostato en cada uno de los radiadores en un hogar junto con un repetidor, que permita conocer la lectura del consumo. "Son obras que tienen un coste de unos 800 euros de media por hogar, en función siempre del número de radiadores", señalan desde el Colegio de Administradores de Fincas. Sin embargo, los instaladores "no dan abasto en estos momentos". "Son muchas las comunidades que demandan estas medidas, pero las empresas, algunas con más de 200 pedidos en estos momentos, no dan abasto", apuntan.

Ayudas a la rehabilitación energética de edificios y viviendas

Las medidas a medio y largo plazo pasan por la rehabilitación energética de estos edificios con mayor antigüedad y sus viviendas. Precisamente, el Gobierno de La Rioja mantiene abiertas tres líneas de ayuda para acometer estas obras, que suelen suponer un importante desembolso, que se calcula entre 100.000 y 200.000 euros de media para las comunidades de vecinos.

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Sin embargo, la reducción de la demanda de consumo puede ser notable. "Se puede alcanzar hasta un 90% de bajada en el consumo de energía", reconoce Arturo Andrés, aparejador riojano que ostenta la presidencia de la Plataforma de Edificación Passivehaus. "Son actuaciones que requieren de una importante inversión, pero lo más importante", subraya, "es que se puede amortizar en poco tiempo, en seis años aproximadamente.

Por ejemplo, la rehabilitación energética de un edificio de viviendas puede suponer un presupuesto superior a los 100.000 euros para acometer las obras de aislamiento y la sustitución de los equipos de ventilación, energía y climatización. Sin embargo, la factura puede disminuir a la mínima expresión. "Si se utiliza el standard Passivehaus podríamos estar hablando de 150 euros para todo el año".

Las ayudas para la rehabilitación energética de edificios pueden alcanzar hasta 18.800 euros por hogar, e incluso 23.500 euros, en el caso de una familia vulnerable, si se logra en el conjunto del edificio un descenso de la demanda de energía del 60%. Ayudas que pueden llegar a cubrir hasta un máximo del 80% de la inversión. Por ello, el presidente de esa asociación anima a todas las comunidades de vecinos "a estudiar estos proyectos con sus técnicos de confianza y, en función de su bolsillo, acometer las actuaciones necesarias".