"A un docente tiene que moverle la pasión"

Logroño

En este miércoles 5 de octubre se celebra el Día Mundial del Docente, una oportunidad para poner el foco sobre una figura clave del proceso educativo y crucial en la transmisión de contenidos académicos y valores,

Es difícil que alguien, por mucho tiempo que haya pasado desde sus años de escuela, no recuerde la figura de alguno o algunos profesores que le dejaron huella. Anécdotas que se quedan clavadas en la mente. Buenas y malas experiencias, porque al igual que un mal docente nos alejó de una determinada asignatura, un buen maestro nos hizo digeribles y hasta atractivas materias que nos parecían especialmente complicadas.

Profesores más duros, más estrictos, o profesores con más manga ancha, más dialogantes. Maestros que se ceñían escrupulosamente a la asignatura o maestros que iban más allá con experiencias no puramente académicas que nos ayudaban a entender mejor o más fácilmente los contenidos.

El elemento más innovador del sistema educativo no es la tecnología sino el docente, y la pandemia ha sido una buena muestra de ello. Solo hay que pensar, por ejemplo, en docentes de centros con perfiles de alumnos de pocos recursos, sin ni tan siquiera un ordenador en sus casas, docentes que durante esos tiempos tan complicados buscaron fórmulas para continuar con su labor y mantener el contacto con sus alumnos. Profesores que, con la vuelta a la presencialidad, tuvieron que multiplicar sus funciones para garantizar la seguridad, los protocolos, la salud propia y la de los alumnos.

En este día mundial nos hemos acercado hasta un centro, el Vélez de Guevara, para hablar con algunos de sus profesores. Todos coinciden en que su trabajo “no se entiende sino es algo vocacional”.

Y en los estudios de la Cadena SER nos han acompañado Gustavo Navas, presidente del sindicato ANPE, y Jesús Jiménez, un maestro de Albelda con una trayectoria docente de 40 años.

Jiménez considera que “lo que tiene que mover a un docente es la pasión, el intentar mejorar en su labor en cada día, en transmitir a los alumnos que en solo 20 años van a ser los grandes actores de la sociedad”.

Y Navas y Jiménez coinciden en “lo gratificante que resulta que muchos años después de su paso por las clares, un alumno se acerque por la calle para saludarte y contarte cómo le ha ido en la vida".