La morosidad: un problema habitual en las comunidades de vecinos

En este mes de octubre, con la llegada del frío, llegan las reuniones para planificar cómo afrontar el invierno y echar números con la disparatada subida del combustible. Una comunidad de vecinos de Logroño tomó la decisión de no encender la calefacción ante la subida del combustible y por no poder afrontar los pagos.

"El debate de la calefacción ha sigo uno de los mayores problemas para afrontar este invierno", apunta Ignacio Román, secretario del Colegio de Administradores de Fincas de La Rioja, antes de recordar que "ya llevamos un año con una subida que se ha duplicado y eso ha dejado a las comunidades con un fondo bastante escaso para afrontar este invierno". Román cree que el panorama es "bastante complicado e inestable".

Morosidad

La calefacción en invierno solo es uno de los problemas que se generan en las comunidades de vecinos. Podemos citar los ruidos molestos que pueden llegar a trastocar la vida de los vecinos de una gran urbanización o los vecinos morosos que no cumplen con sus pagos con la comunidad.

Precisamente, la alta morosidad de los vecinos del portal logroñés de la calle Huesca motivó, junto con los altos precios del combustible, que se llegara a la decisión de no encender la calefacción. "La morosidad es un tema congénito a las comunidades", apunta Ignacio Román antes de señalar al propio sistema como el principal problema. "Cuando son deudas de menos de 2.000 euros y tramitamos en monitorio resulta complicado que ese propietario pague una cantidad superior a la propia deuda" y ese propietario encadena ese dinero impagado.

El abogado Natxo Villaluenga afirma que "el sistema juega a la contra de quien sí paga". Cree además que la legislación debería ser más ágil, debería prever un tipo de sanción para los morosos reiterativos los que lo hacen todos los años por sistema. Con la morosidad, apunta Villaluenga, algunos buscan "una forma de financiarse. Me viene mal pagarlo en diciembre, voy pagándolo poco a poco ya que muchas comunidades para no entrar en pleitos, llegan a un acuerdo para financiar esas deudas".

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Villaluenga aconseja en este tema de la morosidad no tardar en llevar el tema a los tribunales. "Como somos vecinos, da reparo demandar al vecino", pero ese reparo, explica, "se convierte en unas deudas importantes y difíciles de cobrar".

Procesos judiciales

Los procesos judiciales, según la cuantía, pueden dilatarse más o menos el tiempo. Para cantidades menores a 2.000 euros, Villaluenga explica que se puede presentar un monitorio, que además, está beneficiado por el legislador en el tema de las costas, ya que las costas de abogado y procurador están reconocidas, a diferencia de lo que ocurre en otros monitorios de otra naturaleza. "Hay que presentar la demanda con los recibos devueltos, con los impagados y se le da traslado a la otra parte, para que pague o se oponga al monitorio. Si se opone, se transforma en un verbal y rápidamente se resuelve".

Eso sí, para presentar este monitorio es necesario una reunión de vecinos para liquidar esa deuda y eso ya dilata el proceso, dice Ignacio Román. "No puedes presentarlo cuando quieres", remarca. Otra dificultades que se encuentran habitualmente es la identificación de los propietarios de esas deudas.

Morosidad anecdótica

Sin embargo, el secretario del Colegio Oficial de Administradores de Fincas, deja claro que la morosidad en nuestra comunidad es casi anecdótica. "Las comunidades de vecinos de Logroño y alrededores no tienen la tendencia de no pagar las cuotas y la morosidad es un porcentaje ínfimo".

La mayoría de los vecinos pagan religiosamente sus cuotas, incluso las extraordinarias, ya que suelen ser obras apoyadas por la comunidad" dice Villaluenga antes de remarcar que "la casuística es amplia y hay algunos casos que se enquistan. Pero aún así, "lo que procuramos es que haya una paz social".