"Nuestro cuerpo tarda cinco días en adaptarse al cambio horario"

Esta noche se cambia la hora. A las 3 de la madrugada, serán las 2 y estaremos entrando en el horario de invierno. "A corto plazo este es el mejor cambio o el que menos nos afecta porque nos dan una hora más", remarca María José Martínez. Es doctora y coordinadora del grupo de trabajo de cronobiología de la Sociedad Española del Sueño y explica que "nuestro sistema circadiano tienen un periodo de 24,5 horas y por eso, nos adaptamos mejor a un cambio horario en el que nos dan una hora que en el que nos la quitan".

Dice Martínez que a nuestro país, por situación geográfico le correspondería tener el mismo el horario que el del meridiano de Greenwich. "Eso sería un cambio demasiado grande a nivel cultural para España", por lo que desde esta entidad apuestan por mantenernos siempre con este horario de invierno.

Cree la Sociedad Española de Sueño que en España lo más conveniente para la salud es que exista un horario estable sin cambios durante el año; y que se mantenga de forma permanente el horario de invierno (GMT+1). Gracias a esto se conseguiría una mayor exposición a la luz solar durante la franja horaria laboral y escolar más habitual (8:00 am – 17:00 pm), especialmente en las primeras horas de la mañana.

Efectos

El cambio de horario, aunque solo sea de una hora, altera el tiempo de exposición al sol durante el día y desequilibra al reloj interno, que tarda varios días en reajustarse. Cada cambio de una hora a nuestro cuerpo le cuesta 5 días regularlo, dice Martínez. Entre los síntomas que podemos padecer, apunta que "suele aumentar la somnolencia durante el día, si nos ha interrumpido el sueño o nos ha afectado a la profundidad del sueño", además de que a nivel particular, "podemos notar esa dificultad para dormir en horas que normalmente estaríamos ya en la cama".

No es infrecuente que los primeros días después del cambio de hora algunas personas refieran irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio. Otro de los efectos, indica Martínez, es la aparición de "posibles irregularidades digestivas" ya que, vamos a cambiar las horas de comidas y eso puede afectarnos también.

Cambios horarios y el sueño

Dormir adecuadamente las horas necesarias y mantener un ritmo regular del ciclo sueño‐vigilia es uno de los pilares fundamentales de la salud.

Un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad, favorece la aparición de enfermedades tan frecuentes, graves y con tan alto impacto social y económico como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, la hipertensión arterial, la obesidad, la diabetes, el infarto de corazón, el ictus, la depresión y la ansiedad.

El control del sueño corre a cargo de un reloj interno situado en el cerebro que depende de factores externos como la temperatura y la luz. Esta última tiene una gran importancia en la regulación del reloj interno y en la instauración de un ritmo sueño‐ vigilia ordenado y estable.